Alexandra Petri es la humorista residente en The Washington Post. Ella tiene el talento de tomar ideas extravagantes en el mundo de la política y exponerlas como bizarras. En esta publicación, muestra la absurdidad de lavar la cara al extremismo bajo la apariencia de encontrar un “punto intermedio” con ideas descabelladas. Advierte que el “punto intermedio” puede significar en realidad “ceder terreno” a ideas muy malas y peligrosas. A veces no hay un punto intermedio entre una buena idea y una idea peligrosa.
Ella escribe:
“Como miembro demócrata del Congreso, sé que mi partido estará tentado a resistir a cada paso contra el Sr. Trump: unirse en contra de sus proyectos de ley, bloquear sus nominados y paralizar la maquinaria de la Cámara y el Senado. Eso sería un error. Solo trabajando juntos para encontrar un compromiso en partes de la agenda del presidente electo podemos hacer progresos para los estadounidenses que claramente están demandando un cambio en la economía, inmigración, crimen y otros temas principales.”
— “Intentemos algo diferente en cómo tratamos con Trump”, el Representante Tom Suozzi (D-Nueva York), en un artículo de opinión en The New York Times
Miren, algunas personas aún son lo suficientemente ingenuas como para creer que la polio es, por falta de una palabra mejor, “mala”. ¡Y los signos recientes no han sido alentadores! Parece que la enfermedad quiere hacer exactamente lo que hizo la última vez: dejar a los niños discapacitados y meterlos en pulmones de hierro. Pero, ¿y si en lugar de luchar contra ella, simplemente… no lo hiciéramos?
Cuando veo cómo la gente votó en estas elecciones, me veo obligado a concluir: Algunos de ustedes quieren la polio. ¿Quién soy yo para oponerme a ese deseo? ¿Alguien con valores?
¿Creo que la polio es buena? ¡No! ¡Por supuesto que no! Pero algunas personas sí, y simplemente creo que sería un error no darles la oportunidad de marcar el rumbo de la política de vacunas para los próximos cuatro años. Lo cual, nuevamente, no es lo que yo quiero. Pero el compromiso es importante. Por eso la gente votó por mí, alguien que dijo que no le gustaba la polio, para que pudiera sorprenderlos queriendo escuchar a la polio. Eso es simplemente buena política.
No es solo la polio. En todas partes que mires, hay batallas que una vez se sintieron existencialmente importantes en las que simplemente puedes rendirte, como estoy seguro de que Donald Trump está ansioso por decirle a Ucrania. Y estoy listo para empezar a hacer ese trabajo, primero con la polio, luego con todo lo demás.
Escuchen, no soy ingenuo. Sé que hasta ahora todas las indicaciones han sido que solo un lado está dispuesto a comprometerse en algo. ¡Eso nos da poder de negociación! ¿O es el otro lado el que obtiene el poder de negociación…? Espera, déjame ir a buscar esto. ¡Esto parece importante para hacerlo bien! Bueno, déjame seguir con mi argumento, pero volveré a buscar esto. ¡No dejen que se me olvide!
¿Dónde estaba? Bien: tener valores fundamentales significa que a veces tienes que defenderlos, incluso cuando se siente como una batalla cuesta arriba. Por ejemplo, la creencia de que las personas trans merecen protección de aquellos que querrían legislarlos fuera de los espacios públicos y eliminar su derecho a la autodeterminación médica, una línea que nunca cedería, excepto para desechar por completo ese principio si alguna vez decido que es políticamente conveniente. ¡Lo cual creo que acabo de hacer! ¡Ups!
Pero, bueno, eso es lo que son los principios: inconvenientes. Excepto por mi principio fundamental: que aquellos que quieren lo contrario de lo que defiendo y que se niegan a trabajar conmigo en cualquier tema probablemente saben algo que yo no sé, y debería escucharlos. Eso nunca abandonaré.
Cuando veo a alguien que quiere que la polio vuelva a estar en el mapa, solo veo una oportunidad más para el compromiso. ¡Por qué, si suficientes de nosotros decimos, “¿Sabes qué, en toda esa charla sobre el flúor, escuché una palabra que tenía sentido! ¡Dinos más! Apuesto a que podemos encontrar terreno común!” tal vez la otra parte dejará de creer lo que cree y cambiará por completo su visión del mundo! ¿No es eso lo que le pasó a Scrooge? ¿No es así? Bueno, no importa.
Si solo escucho lo suficiente y estoy de acuerdo en encontrar terreno común, estoy seguro de que la otra parte será la que cambie. Eso suele ser lo que hace que la gente cambie: ¡cuando renuncias por completo a defender tu posición! ¡Entonces ellos ceden. ¡Espero! ¡En eso estoy contando para los próximos cuatro años y más!
Cuando leo la frase “A menos que suficiente gente encuentre la determinación para oponerse a su nombramiento, Robert F. Kennedy Jr. pronto estará a cargo del Departamento de Salud y Servicios Humanos”, lo que veo no es un llamado a encontrar determinación (imposible) y recordar a otros los riesgos de no hacerlo. ¿Cuándo ha encontrado alguien una determinación congresional, excepto RFK Jr. mientras sale en una de sus caminatas semanales en búsqueda de cosas sorprendentes para poner en su congelador?
No, lo que esa frase significa es: ¡Necesitamos empezar a pensar en formas de compromiso ahora! Comprometer la salud pública, comprometer la seguridad pública, comprometer todos nuestros principios. ¡Porque eso es lo que el país necesita: más cosas que comprometer!
Y yo, por mi parte, estoy emocionado.