CIUDAD DE NUEVA YORK—Los miembros de la Asociación Histórica Estadounidense que asistieron a la conferencia anual del grupo votaron el domingo 428 a 88 a favor de aprobar una resolución que se opone a la “escolasticidio” en Gaza y al financiamiento del gobierno de los Estados Unidos a la guerra de Israel.
La Asociación Histórica Estadounidense se convierte así en el último grupo académico en expresar una postura sobre la guerra en Gaza, a pesar de las críticas conservadoras, que llegan hasta el presidente electo, a la defensa pro-palestina en el ámbito académico.
La escolasticidio significa la erradicación intencional de un sistema educativo. La resolución, que afirma que la campaña militar de Israel “ha efectivamente aniquilado el sistema educativo de Gaza”, solicita un alto el fuego permanente y que la asociación forme un comité para ayudar a reconstruir “la infraestructura educativa de Gaza”.
La resolución fue aprobada después de una bulliciosa reunión de una hora en una sala de hotel llena a capacidad, donde algunos asistentes no pudieron entrar. Antes de la votación, se llevó a cabo un debate estructurado sobre la resolución, que incluyó a cinco personas hablando a favor y cinco en contra. A lo largo del debate, hubo aplausos, vítores y ovaciones para los oradores que abogaban por la resolución, y aplausos más moderados para los opositores.
Antes de que comenzara el debate, un miembro, el profesor asociado de la Universidad Rice Abdel Razzaq Takriti, se puso al frente de la sala y acusó al director ejecutivo de la asociación, Jim Grossman, de haber hecho “una declaración política” en su informe que dio inicio a la reunión. (Grossman había dicho que “no somos una organización política”, pero luego afirmó que solo estaba dando su informe).
Cuando llegó el momento de votar, algunos miembros criticaron el método de escribir simplemente sí o no en tarjetas; a los asistentes se les proporcionaron varias tarjetas. Después del debate, pero antes de que se revelara el resultado, un miembro señaló a otro y lo acusó de grabar la reunión en contra de las reglas, lo que llevó a Grossman a revisar su teléfono y concluir que eso no había sucedido.
Cuando se anunció el total de votos, la abrumadora mayoría fue recibida con cánticos de “¡libertad para Palestina!” Pero la votación del domingo no es el fin del proceso.
Ahora la resolución pasará al consejo electo de la asociación, que puede aceptarla, vetarla o rechazarla. Esta última opción enviaría la resolución a los aproximadamente 10,450 miembros de la asociación para su votación. Grossman dijo que luego se necesitaría una mayoría simple de los que voten para que sea aprobada.
El debate en el futuro puede reflejar lo que se escuchó el domingo: argumentos sobre cuándo las asociaciones académicas deberían hablar y, si lo hacen, qué deberían decir.
“La historia está gritando al presente”, dijo la partidaria de la resolución Sherene Seikaly, profesora asociada de la Universidad de California, Santa Bárbara. “La AHA ha estado ensordecedoramente callada. El silencio es complicidad”.
Pero la oponente Natalia Petrzela, profesora de la New School, señaló que la resolución no menciona el ataque de Hamas a los israelíes el 7 de octubre de 2023 ni a los rehenes que tomó Hamas.
“Aprobar esta resolución como la visión de la AHA podría perjudicar a la profesión histórica y a la academia en general”, dijo Petrzela. Afirmó que solo daría credibilidad a las acusaciones de sesgo político en el ámbito académico, y “estos ataques solo se intensificarán con la próxima administración [Trump]”.
El Consejo Ejecutivo de la Asociación de Lenguas Modernas, cuya reunión anual es más adelante esta semana, ha enfrentado críticas por no permitir que los miembros de esa organización voten siquiera sobre una resolución que también acusaría a Israel de escolasticidio. La resolución de la MLA habría ido más allá que la de la Asociación Histórica Estadounidense al respaldar también el movimiento de boicot, desinversión y sanciones contra Israel.
La resolución de la Asociación Histórica Estadounidense cita a un grupo de expertos independientes de las Naciones Unidas que, según un comunicado de prensa anterior de la ONU, dijeron: “Puede ser razonable preguntarse si hay un esfuerzo intencional para destruir de manera integral el sistema educativo palestino”.
Ese comunicado de prensa fue de abril, a solo seis meses de la guerra en curso entre Israel y Hamas. El comunicado de la ONU dijo que, para entonces, la última universidad en Gaza ya había sido destruida y “más de 5,479 estudiantes, 261 profesores y 95 profesores universitarios han sido asesinados en Gaza, y más de 7,819 estudiantes y 756 profesores han resultado heridos”.
Historiadores por la Paz y la Democracia redactaron la resolución. Van Gosse, copresidente de la organización y profesor emérito de historia en Franklin & Marshall College, dijo que él y otros fundaron el grupo hace 20 años para oponerse a la guerra de Irak.
Horas antes de la votación del domingo por la noche, otro grupo llamado Historiadores por Palestina celebró una manifestación fuera del hotel de la conferencia cerca de Times Square. Unas 75 personas escucharon a los oradores, incluido Takriti, que sostenía un megáfono, de pie al lado de personas que sostenían una pancarta que decía “¡Alto al fuego ahora!”.
“Hay negadores por ahí que niegan la realidad y, lo que es importante para nosotros, historiadores, utilizan la falsificación histórica para promover eso”, dijo Takriti, profesor asociado de historia árabe moderna, entre gritos de la audiencia de “¡Vergüenza!”. Dijo que la resolución del domingo era solo un comienzo.
“Hoy en día, algunas de estas personas leerán reconocimientos de tierras aquí en este espacio colonizado, pero no quieren decir lo que leen”, dijo Takriti. “No han interiorizado lo que están hablando. Para ellos son simplemente palabras carentes de significado, y Gaza lo demuestra. Porque si tuvieran alguna comprensión, si tuvieran algún sentimiento por los demás, si no estuvieran participando en un comportamiento puramente narcisista—y narcisista violento—, habrían emitido resoluciones mucho más fuertes que la que se está proponiendo desde el principio de este genocidio”.
La asociación ha hablado sobre eventos actuales antes. En febrero de 2022, emitió una declaración condenando “en los términos más enérgicos posibles la reciente invasión de Rusia en Ucrania. Este acto de agresión militar abierta viola la soberanía de una Ucrania independiente, amenazando la estabilidad en la región y en todo el mundo”. Además, dijo, “apoyamos vigorosamente a la nación ucraniana y a su pueblo en su resistencia a la agresión militar rusa y a la mitología retorcida que el presidente Putin ha inventado para justificar su violación de las normas internacionales”.
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