Un maestro revisa a sus estudiantes de primer grado durante una prueba de matemáticas en la Escuela Primaria Robbins.
Foto: Sydney Johnson
La mayoría de las discusiones sobre el nuevo Marco de Matemáticas de California se han centrado en dos debates que han persistido en la educación K-12 durante décadas: si las formas progresistas o tradicionales de pedagogía sirven mejor a los estudiantes y cómo navegar las tensiones entre la equidad y la excelencia.
Mientras tanto, uno de los cambios más transformadores iniciados por la nueva guía del estado sobre la instrucción de matemáticas en K-12 ha pasado desapercibido.
El cambio está capturado por dos palabras que aparecen juntas 36 veces en este marco, pero no una sola vez en la versión anterior: bandas de grado.
La adopción de un enfoque instructivo que enseña a través de bandas de grado -es decir, progresiones de aprendizaje dentro de conceptos matemáticos a lo largo de varios niveles de grado- se aparta del marco anterior, que se centraba exclusivamente en niveles de grado individuales. Hasta ahora, la política de California estaba diseñada para garantizar que las clases de cuarto grado se centraran estrictamente en habilidades de cuarto grado, las clases de quinto grado en habilidades de quinto grado, y así sucesivamente. Es un enfoque lógico y coherente, pero también profundamente problemático cuando los estudiantes comienzan un grado con lagunas de aprendizaje en conceptos fundamentales clave que les impiden acceder a la instrucción de nivel de grado. El resultado neto es que las pérdidas de aprendizaje se acumulan y los estudiantes quedan rezagados.
Con la introducción de bandas de grado, California da permiso a las escuelas para abordar mejor las necesidades individuales de los estudiantes. Entonces, si un estudiante de octavo grado carece de una habilidad fundamental clave del sexto o séptimo grado, un maestro ahora puede centrarse en abordar esa brecha para ayudar a ese estudiante a ponerse al día. Eso puede parecer obvio, pero en muchas escuelas, se desalienta a los maestros de centrarse en lagunas de aprendizaje de grados anteriores para priorizar el acceso al contenido actual del nivel de grado.
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No solo se benefician de este cambio los estudiantes que se están poniendo al día. Si un estudiante de séptimo grado está listo para la instrucción de octavo grado, el marco daría permiso a los maestros para impulsar a ese estudiante más allá de los estándares de nivel de grado. Al permitir la instrucción a través de bandas de grado, el marco capacita a las escuelas para emparejar a cada estudiante con el aprendizaje que necesitan sin incurrir en las consecuencias de seguirlos en vías de cursos jerárquicos.
El hecho de que la mayoría de los estudiantes de California tienen necesidades de aprendizaje que no encajan fácilmente en niveles de grado hace que el cambio a bandas de grado sea aún más importante. Por ejemplo, solo el 23% de los estudiantes de octavo grado del estado realizan a nivel de grado en matemáticas, con muchos estudiantes a varios grados de distancia. A nivel nacional, el aula promedio de quinto grado en EE. UU. contenía estudiantes en siete niveles de grado diferentes antes de la pandemia, según investigaciones de NWEA. Después de la pandemia, se estima que esa brecha ahora es de nueve niveles de grado. Se requiere un nuevo pensamiento para adaptarse a esta realidad.
Los críticos argumentarán que expandir el enfoque instructivo de niveles de grado a bandas de grado equivale a disminuir las expectativas. No lo es. La expectativa sigue siendo que todos los estudiantes se graduarán listos para la universidad o una carrera. Pero cambiar a bandas de grado reconoce lo que los profesores de matemáticas te dirán: para muchos estudiantes, lograr ese objetivo a menudo requiere tiempo para abordar de manera clara y relevante las lagunas de aprendizaje críticas y pertinentes previas al grado. Así es como funciona la matemática.
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Y la investigación respalda esta conclusión. Un estudio de Rand encontró que los estudiantes que recibieron dos años de instrucción adaptada a sus necesidades individuales aumentaron 11 puntos percentiles en una evaluación nacional de matemáticas. Otro estudio realizado sobre los programas que opera nuestra organización también encontró beneficios sustanciales para la instrucción a través de niveles de grado.
El cambio a bandas de grado acerca a California a realizar los beneficios del aprendizaje personalizado, pero también va en contra de la política educativa federal. Específicamente, la Ley de Éxito de Todos los Estudiantes requiere que la rendición de cuentas escolar se base en pruebas de nivel de grado. Incluso el sistema de evaluación Smarter Balanced, que inicialmente se concibió para evaluar elementos tanto en como fuera del grado, se enfoca abrumadoramente en elementos de nivel de grado para garantizar el pleno cumplimiento de la ley y sus disposiciones sobre comparabilidad. Por lo tanto, aunque el marco puede permitir la enseñanza de habilidades fuera de grado, el sistema de rendición de cuentas solo tendrá en cuenta las habilidades de nivel de grado que los estudiantes demuestren. Algunas escuelas pueden no estar tan cómodas aprovechando estas nuevas flexibilidades hasta que la política federal se ponga al día.
Pero hay pasos que los líderes educativos de California pueden tomar para ayudar a las escuelas aprovechar al máximo la oportunidad que presenta este marco. Ahora que ha sido aprobado, será esencial que el Departamento de Educación del Estado de California, la Junta de Educación del Estado y organizaciones como el Consejo de Matemáticas de California alienten fuertemente a las escuelas y distritos a aprovechar esta flexibilidad. El uso de niveles de grado se remonta a un siglo y no será desplazado solo por el marco. La defensa persistente a nivel estatal debe complementarse con lo que los profesores necesitan para aprovechar al máximo esta nueva flexibilidad: nuevos materiales curriculares, herramientas de aprendizaje y una amplia capacitación sobre cómo pasar de aulas organizadas por niveles de grado a aulas organizadas por bandas de grado. Sin ninguno de estos ingredientes, las clases de matemáticas de California seguirán girando en torno a la instrucción de nivel de grado, independientemente de lo que diga el marco.
El nuevo marco de matemáticas de California comienza a crear la posibilidad de que las escuelas encuentren a cada estudiante donde está y los aceleren a donde necesitan estar. Quizás esa filosofía sea algo en lo que las personas de los campos ideológicos de la educación puedan estar de acuerdo en que es lo que mejor serviría a los estudiantes.
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Joel Rose es co-fundador y director ejecutivo de la organización sin fines de lucro New Classrooms y coautor de Out of the Box.
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