La batalla por los derechos de los padres en California está pasando de reuniones abarrotadas de la junta escolar a demandas contenciosas. Cómo se resuelvan estas controversias afectará profundamente los derechos de los niños, los derechos de los padres y nuestra obligación de educar a nuestros hijos para que sean ciudadanos responsables en una democracia.
La nueva política del Distrito Unificado de Chino Valley que requiere que los padres sean notificados sobre las solicitudes de identidad de género de un estudiante ha desencadenado una investigación de derechos civiles. El fiscal general de California, Rob Bonta, también está examinando la adopción de una política similar por parte del Distrito Escolar Unificado de Murrieta Valley.
¿Qué punto de vista sobre los “derechos” prevalecerá? Hay tres tensiones principales en esta lucha:
Los derechos fundamentales de los padres para dirigir el cuidado y la crianza de sus hijos, incluido el derecho a ser informados y participar en todos los aspectos de la educación de sus hijos para promover los mejores resultados.
Los derechos de privacidad de los estudiantes. La identidad de género es un derecho de privacidad protegido por las constituciones de California y de los EE. UU.
El derecho a la educación es fundamental según la Constitución de California. También existe el derecho a estar libre de discriminación por motivos de raza, sexo y orientación sexual.
La división política en estos temas se refleja en la batalla por los derechos de los padres en el Congreso. Dos proyectos de ley buscan redefinir los derechos de los padres para todo el país, no solo para estados, distritos o escuelas individuales. (En un Congreso dividido, ninguno de los proyectos de ley será adoptado.)
El proyecto de ley republicano, llamado la Declaración de Derechos de los Padres, afirma que “los padres tienen el derecho dado por Dios de tomar decisiones para sus hijos”. Esto incluye el derecho a saber si una escuela actúa para cambiar los marcadores de género de un hijo menor, pronombres o nombre preferido o permite que un niño cambie las adaptaciones basadas en el sexo del niño, incluidos vestuarios o baños.
La Declaración de Derechos de Estudiantes y Padres Demócratas aboga por una educación pública que sea “inclusiva, aspiracional y afirmativa”. Los materiales educativos deben ser históricamente precisos, reflejar la poderosa diversidad de la nación y preparar a los estudiantes para pensar críticamente y participar activamente en una democracia multirracial y multiétnica, según la resolución.
Esta última lucha tiene sus raíces en la pandemia, que desencadenó un fuerte movimiento de derechos de los padres, expresando oposición al cierre de escuelas, vacunaciones y uso de mascarillas.
La oposición de los padres a la “teoría crítica de la raza” llevó a reuniones abarrotadas de la junta escolar y creó una defensa política divisiva. Nuevos problemas complicados siguen surgiendo. La teoría crítica de la raza y sus derivados son el nuevo juego del martillo de la política de educación pública.
La teoría crítica de la raza es un análisis de posgrado que explora cómo el racismo es parte de las leyes y políticas estadounidenses. Los padres están utilizando el término para objetar cómo se enseña la historia y la raza en nuestras escuelas K-12. Los derechos de los padres se han transformado en una variedad de problemas.
¿Cómo deben enseñar las escuelas sobre LGBTQ+? Golpe.
¿Deben las escuelas enseñar estudios étnicos? Golpe.
¿Cómo deben las escuelas proporcionar educación sobre sexo, identidad de género, orientación sexual? Golpe.
¿Cuáles son los derechos de privacidad de los estudiantes? Golpe.
¿Cómo deben las escuelas abordar la diversidad, equidad e inclusión? Golpe.
¿Cómo deben las escuelas incorporar el aprendizaje socioemocional? Golpe.
Muchas de las nuevas propuestas de derechos de los padres están alineadas con la oposición del Partido Republicano a enseñar cómo las políticas gubernamentales históricas que discriminaron a minorías raciales, étnicas y religiosas se enseñan en la escuela. Algunas propuestas se alinean con las opiniones religiosas sobre el sexo.
En California, las decisiones sobre lo que se enseña en la escuela se toman a través del proceso legislativo, la Junta de Educación del Estado y las juntas escolares locales.
Es el proceso desordenado y complicado de cómo se toman las decisiones en una democracia, no por una sola persona, sino a través de aportes de muchos.
Las controversias políticas actuales son una llamada de atención. Destacan la necesidad de una mayor participación familiar para ayudar a los padres a comprender sus derechos legales, cómo se toman las decisiones, lo que aprenderán sus hijos y cómo se pueden escuchar las voces de los padres.
Aquí está el proceso:
Legislación: Los padres y sus grupos de defensa pueden proporcionar información sobre los proyectos de ley durante todo el proceso legislativo. Ha habido un debate vigoroso en California sobre las políticas de vacunación y elección de escuelas.
Junta de Educación del Estado: Los padres también pueden plantear sus preocupaciones a la Junta de Educación del Estado, que toma decisiones sobre temas que generan controversia. ¿Cómo se debe enseñar matemáticas? ¿Qué debe incluirse en el plan de estudios de estudios étnicos, los marcos de historia/estudios sociales y la educación para la salud? La junta estatal adopta normas académicas y orientación sobre cómo se debe implementar el plan de estudios en las escuelas. También adopta una lista de materiales instructivos.
La junta estatal y las juntas escolares locales no pueden adoptar libros de texto u otros materiales instructivos que contengan cualquier asunto que refleje negativamente a una persona basándose en raza o etnia, género, religión, discapacidad, nacionalidad u orientación sexual.
Juntas escolares locales. Las juntas escolares solo deben incluir materiales que retraten con precisión la diversidad cultural y racial de nuestra sociedad. Las juntas escolares no tienen que seleccionar materiales adoptados por el estado, pero cualquier material utilizado debe estar alineado con los estándares académicos estatales.
Opinión de los padres sobre materiales instructivos. Cada junta de distrito debe promover la participación de los padres en la selección de materiales instructivos. Los padres tienen derecho a examinar los materiales del plan de estudios utilizados en las clases de sus hijos.
Uno de los objetivos más importantes de la educación pública es preparar a los estudiantes para ser ciudadanos responsables en una democracia. Esta idea es acogida en el plan de estudios educativo de California y su constitución.
En países autoritarios, una función central del sistema educativo es suprimir el acceso de los estudiantes a ideas competidoras, incluidas opiniones políticas.
¿Deberían los profesores ser libres para enseñar la historia, con todos sus aspectos, o debería el gobierno “proteger” a los niños de la incomodidad de aprender sobre la historia del racismo?
Las escuelas y bibliotecas proporcionan a los estudiantes y comunidades acceso a materiales que pueden desafiar normas o creencias. ¿Deberían los padres y los distritos escolares tener el poder de evitar que los estudiantes vean materiales o escuchen opiniones a las que los padres se oponen?
Esto no se trata solo de diferencias de opinión sobre los derechos de los padres. También se trata de cómo sostenemos nuestra democracia. Los niños necesitan la libertad de pensar críticamente y de aprender sobre su sociedad y el mundo más allá de ella.
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Carol Kocivar es una defensora de los niños, escritora de Ed100.org, abogada jubilada y expresidenta de la PTA del Estado de California. Una versión de este artículo fue publicada anteriormente en Ed100.
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