Aunque el barco porta la bandera panameña, las autoridades alemanas han culpado a Rusia por el incidente. “Rusia está poniendo en peligro nuestra seguridad europea no solo con su guerra de agresión ilegal contra Ucrania, sino también con cables cortados, boyas fronterizas desplazadas, campañas de desinformación, interferencias GPS y, como hemos visto, petroleros en mal estado”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores alemán en un comunicado. En diciembre pasado, la Unión Europea dijo que estaba trabajando en medidas, incluidas sanciones, para atacar “a la flota sombra de Rusia, que amenaza la seguridad y el medio ambiente, mientras financia el presupuesto de guerra de Rusia”. Los comentarios del bloque europeo llegaron después de que cables submarinos en el Mar Báltico resultaran dañados por un barco sospechoso, que la UE cree que era parte de la flota sombra de Rusia. La movida fue otro paso dado por los países occidentales para golpear la industria petrolera del Kremlin en respuesta a la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia. Desde que se implementaron medidas de embargo más estrictas para detener a Rusia de exportar petróleo, se cree que Moscú está utilizando barcos con propiedad poco clara para transportar mercancías, principalmente petróleo, a través del mundo. Según el Atlantic Council, un grupo de expertos con sede en Estados Unidos, Rusia está “instrumentalizando la flota oscura, usándola especialmente como un transportador principal de exportaciones de petróleo”. La flota sombra, o flota oscura, es el nombre dado a los barcos envejecidos que navegan “sin el seguro estándar de la industria occidental, tienen una propiedad opaca, cambian frecuentemente de nombre y registros de bandera, y generalmente operan fuera de las regulaciones marítimas”, según el Atlantic Council. El último incidente en el Mar Báltico se produce cuando Washington y Londres se unieron para sancionar directamente a las empresas energéticas Gazprom Neft y Surgutneftegas. El secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, David Lammy, dijo que la medida para debilitar a las empresas petroleras rusas “drenará el cofre de guerra de Rusia”, y agregó que los fondos tomados “de las manos de Putin ayudan a salvar vidas ucranianas”. Pero Gazprom Neft criticó las sanciones como “infundadas” e “ilegítimas”, según las agencias de noticias estatales rusas. Además, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos dijo el viernes que había sancionado 183 barcos que son “parte de la flota sombra, así como petroleros propiedad de operadores de flotas con sede en Rusia”.
