Una de las grandes razones por las que Canadá no se unirá a América, dijo Trudeau, es simple: los canadienses no quieren. Cuando intentan definir su identidad nacional, Trudeau dijo que los canadienses probablemente dirían “no somos estadounidenses”, entre otras cosas. A principios de esta semana, Trudeau lo expresó más claramente, diciendo que no había “ni la más mínima posibilidad” de que los dos países se convirtieran en uno. Trudeau dijo que lo que le preocupa es el impacto de los aranceles en los canadienses y estadounidenses. Las tensiones entre Trump y Canadá han estado aumentando desde que el presidente electo anunció su plan de implementar aranceles del 25% a los bienes procedentes de Canadá. El movimiento tendría un impacto significativo en la economía de Canadá y podría llevar a aranceles de represalia. “Los canadienses están increíblemente orgullosos de ser canadienses, pero la gente está hablando de eso en lugar del impacto que tendrían los aranceles del 25 por ciento”, dijo Trudeau. “Ningún estadounidense quiere pagar un 25 por ciento más por la electricidad o el petróleo y gas que viene de Canadá”. Mientras tanto, la primera ministra de Alberta, Danielle Smith, publicó en redes sociales que se había reunido con Trump en su residencia de Mar-a-Lago durante el fin de semana para discutir la importancia de las asociaciones energéticas entre Estados Unidos y Canadá. Alberta es un importante exportador de petróleo y gas.
