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España está planeando imponer un impuesto del 100 por ciento sobre bienes inmuebles para compradores de países no pertenecientes a la UE como el Reino Unido, en un esfuerzo por mejorar la asequibilidad en el mercado de la vivienda al disuadir las compras extranjeras.
El Primer Ministro Pedro Sánchez anunció el plan para el impuesto punitivo a la propiedad, que se aplicaría a ciudadanos no pertenecientes a la UE que no viven en España, como parte de un conjunto de medidas destinadas a abordar una crisis de vivienda “grave”.
España es uno de muchos países europeos donde la indignación pública va en aumento por la dificultad de encontrar viviendas asequibles, ya que los precios de la propiedad aumentan y la construcción se queda muy por detrás de la demanda.
“Occidente se enfrenta a un desafío decisivo: no convertirse en una sociedad dividida en dos clases, los ricos terratenientes y los pobres inquilinos”, dijo Sánchez al presentar un conjunto de 12 medidas.
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