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El Primer Ministro Sir Keir Starmer ha prometido hacer de Gran Bretaña “el mejor socio estatal” para las empresas de inteligencia artificial en el mundo, mientras intenta impulsar las perspectivas de crecimiento del Reino Unido en medio de un ominoso panorama económico y político.
Starmer, escribiendo para el Financial Times, afirmó que los “valores de democracia, comercio abierto y estado de derecho” de Gran Bretaña hacen del país un lugar natural para que las empresas de IA inviertan, y prometió eliminar las restricciones de planificación y crear nuevas “zonas de crecimiento de IA”.
“Estoy decidido a que el Reino Unido se convierta en el mejor lugar para empezar y hacer crecer un negocio de IA”, escribió el lunes. “Sé que el crecimiento en esta área no puede ser liderado por el estado. Pero es absolutamente trabajo del gobierno asegurarse de que las condiciones adecuadas estén en su lugar”.
Starmer espera recuperar la iniciativa después de una semana en la que sus planes económicos fueron golpeados por los mercados, dejando a la canciller Rachel Reeves potencialmente enfrentando la necesidad de recortar el gasto o aumentar impuestos para mantener en marcha sus planes fiscales.
La semana pasada, los costos de endeudamiento de Gran Bretaña subieron a cerca de un máximo de 16 años en medio de una inflación persistente y temores de que el presupuesto de la canciller Reeves, que incluía aumentos de impuestos, hubiera contribuido al estancamiento del crecimiento.
El Reino Unido tiene un historial mixto en fomentar la industria de la IA. Ha luchado por mantenerse competitivo con las startups con sede en Silicon Valley, con empresas británicas recaudando solo una fracción de los $56 mil millones invertidos a nivel mundial en grupos de IA generativa el año pasado, según PitchBook.
Los gobiernos conservadores anteriores y la actual administración laborista también han tenido dificultades para regular de manera efectiva el sector de rápido crecimiento. En los últimos años, reguladores británicos como la Autoridad de Competencia y Mercados han sido rutinariamente criticados por ejecutivos estadounidenses por ralentizar el ritmo de las transacciones en el sector.
Londres es el hogar del pionero grupo de IA DeepMind, fundado en 2010 pero vendido a Google cuatro años después y que ahora forma parte fundamental de la estrategia de IA del gigante de las búsquedas.
Empresas de tecnología como Meta y Apple también han tardado más en lanzar sus últimos servicios de IA en el Reino Unido que en su mercado local, y algunos en la industria tecnológica temen que la Ley de Mercados Digitales, Competencia y Consumidores del Reino Unido, aprobada el año pasado, pueda imponer restricciones similares a las de la UE.
El intento de Starmer de posicionar al Reino Unido como una fuerza global en IA también llega en un momento en el que ha enfrentado una serie de acusaciones inflamatorias en las últimas semanas por parte de Elon Musk, una de las figuras más poderosas de la industria, sobre su historial en la lucha contra la explotación sexual infantil cuando era jefe del servicio de enjuiciamiento.
Mientras Starmer busca atraer más inversiones de la industria de la IA, Reeves, que regresa el lunes de una visita a China, esta semana “llamará” a los reguladores para decirles que deben ser más ambiciosos en eliminar las barreras al crecimiento.
El sentimiento de pesimismo económico se vio agravado por una encuesta de directores financieros del Reino Unido realizada por Deloitte, que mostró que el optimismo empresarial cayó a un mínimo de dos años en el cuarto trimestre.
La encuesta encontró que un neto del 26 por ciento de los directores financieros reportaron sentirse más pesimistas sobre las perspectivas de sus negocios que hace tres meses, marcando la primera vez que el sentimiento ha caído en territorio negativo desde el segundo trimestre de 2023.
Los directores financieros dijeron que recortar costos sería su respuesta más probable al aumento de £25 mil millones en las contribuciones nacionales de los empleadores de Reeves.
Deloitte dijo que las empresas del Reino Unido esperaban recortar el gasto en inversión de capital, el gasto discrecional y reportaron la mayor caída en las expectativas de contratación desde la pandemia. Sin embargo, la encuesta encontró que la confianza estaba muy por encima de los mínimos vistos en 2020 y 2022.
En las operaciones comerciales del lunes, la libra esterlina se debilitó un 0,4 por ciento frente al dólar a $1,2156, su nivel más bajo desde noviembre de 2023. El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años subió 0,04 puntos porcentuales al 4,87 por ciento.
Mel Stride, canciller en la sombra, dijo a la BBC que “la confianza empresarial se está desplomando debido a las acciones que ha tomado el gobierno” e insistió en que Reeves debería haber cancelado su visita a China para calmar los mercados.
Pero un asesor de la canciller dijo: “¿Está diciendo en serio que debería haber cancelado el viaje para quedarse en casa durante el fin de semana para abordar un mercado cerrado? Habría sido considerado correctamente por los mercados como pánico”.
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Un aliado de Starmer dijo que cualquier sugerencia de que la posición de Reeves esté bajo amenaza es “completamente absurda”.
Starmer sigue creyendo que el presupuesto de octubre de Reeves, que buscaba estabilizar las finanzas públicas y reforzar los servicios públicos con un aumento de impuestos de £40 mil millones, será vindicado a largo plazo, a pesar de la agitación en los mercados.
Reeves está planeando su propio discurso sobre el crecimiento, pero se ha retrasado hasta después de su viaje al Foro Económico Mundial en Davos a finales de este mes.
El jueves, convocará a ocho reguladores para que expliquen qué están haciendo para impulsar el crecimiento. En su discurso en Mansion House en noviembre, les dijo a los organismos de control: “El Reino Unido ha estado regulando para el riesgo, pero no regulando para el crecimiento”.
Con reportes adicionales de Tim Bradshaw en Londres
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