El rover de Firefly, Blue Ghost, se espera que tarde alrededor de 45 días en llegar a la Luna, una vez que se haya separado del cohete de SpaceX. Luego perforará, recogerá muestras y también tomará imágenes de rayos X del campo magnético de la Tierra para “avanzar en la investigación para futuras misiones humanas en la Luna y proporcionar información sobre cómo el clima espacial afecta al planeta”, según SpaceX. Mientras tanto, el aterrizador Resilience de ispace tardará hasta cinco meses en llegar a la superficie de la Luna, donde desplegará un rover para la exploración e intentará recoger material suelto de la superficie conocido como regolito. Nasa está respaldando el esfuerzo, que, si tiene éxito, será su mayor entrega comercial a la Luna hasta ahora. Intuitive Machines el año pasado se convirtió en la primera empresa comercial en poner un aterrizador en la Luna, un logro solo previamente alcanzado por Estados Unidos, la Unión Soviética, China, India y Japón. Por separado, SpaceX también está llevando a cabo su séptima prueba de vuelo orbital de su cohete Starship, que despegará desde Texas a las 16:00 hora local (22:00 GMT).