En un comunicado, la oficina de prensa del poder judicial describió el ataque como un asesinato premeditado.
También dijo que, según los hallazgos iniciales, el atacante no había estado involucrado en ningún caso considerado por la corte suprema. Los funcionarios están investigando si alguien más está involucrado en el ataque.
Ambas víctimas han estado en el poder judicial durante décadas. En la corte suprema, sus responsabilidades habrían incluido confirmar sentencias de muerte.
Razini, de 71 años, era uno de los jueces más antiguos de Irán y sobrevivió a un intento de asesinato en 1998.
Moghiseh, de 68 años, ha sido sancionado por la UE, los EE. UU. y Canadá por presuntos abusos de derechos humanos.