El monumento, que muestra a Pizarro a caballo con su espada desenvainada, fue creado por el escultor estadounidense Charles Rumsey y ofrecido por su viuda para conmemorar el cuarto centenario de la ciudad en 1935. En 2003, fue trasladado a un parque junto a las vías del tren fuera del centro de la ciudad tras las llamadas para su retirada. Luis Bogdanovich, quien estaba a cargo de la restauración del centro histórico, le dijo a los medios locales que la estatua se había dañado por el constante paso de trenes, lo que causó que se agrietara. Rafael López Aliaga, alcalde de Lima, e Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, presentaron la estatua de bronce el sábado junto al Sr. Bogdanovich y varios descendientes de Pizarro en la plaza principal de Lima, la Plaza de Armas. Díaz Ayuso dijo que la ceremonia conmemoraba “no solo el nacimiento de una ciudad, sino también el comienzo de un encuentro histórico que transformó para siempre el mundo”, informó el diario español El País. Decenas de peruanos realizaron una manifestación cercana en oposición a su regreso, según la agencia de noticias AFP. “Esto es un agravio, un agravio a todos los pueblos indígenas de Perú, América Latina y el mundo”, dijo una persona.