Una de las liberadas de la cárcel de Washington DC el martes fue Rachel Powell de Pennsylvania, quien fue sentenciada a más de cuatro años de cárcel después de romper una ventana en el Capitolio con un hacha de hielo. Hablando fuera de la cárcel, le dijo a la BBC que ahora estaría en casa a tiempo para el cumpleaños de su hijo y elogió a Trump por cumplir su promesa. “Él es una bendición más grande para mí de lo que jamás podría imaginar”, dijo. Algunos observadores, incluidos expertos en política y abogados que representan a los alborotadores, se sorprendieron por la magnitud de la orden del presidente. “El consenso general era que veríamos una diferenciación entre aquellos que cometieron actos violentos y aquellos que no lo hicieron”, dijo Lisa Gilbert, copresidenta de Public Citizen, un grupo progresista sin fines de lucro que se opuso a los indultos. “Donald Trump se postuló para el cargo en nombre de la ley y el orden, por lo que es impactante y perturbador verlo tomar medidas para indultar a criminales violentos”, dijo. Catorce personas condenadas por algunos de los delitos más graves tuvieron sus sentencias conmutadas, lo que significa que sus delitos seguirán en el expediente, pero aún serán liberados de la prisión. El Departamento de Justicia, en su última actualización, dijo que aproximadamente 1,583 personas habían sido arrestadas o condenadas por delitos relacionados con los disturbios. Más de 600 fueron acusadas de agredir, resistir u obstruir a la policía, incluidas alrededor de 175 acusadas de usar un arma o causar lesiones graves a un oficial. La mayoría de los condenados han cumplido sus sentencias, o no recibieron una condena de cárcel en absoluto, pero alrededor de 250 que aún están en prisión han comenzado a ser liberados. Y parece que cualquier investigación adicional, el FBI todavía estaba buscando al menos 13 sospechosos y fugitivos, se detendrá.
