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Por Timothy Gardner, Valerie Volcovici y Andrea Shalal
WASHINGTON (Reuters) – El presidente Donald Trump presentó el lunes un amplio plan para maximizar la ya alta producción de petróleo y gas de los Estados Unidos al declarar una emergencia energética nacional, eliminando regulaciones excesivas y retirando a los Estados Unidos de un pacto internacional para combatir el cambio climático.
Los movimientos señalan un giro dramático en la política energética de Washington después de que el ex presidente Joe Biden buscara durante cuatro años fomentar una transición lejos de los combustibles fósiles en la mayor economía del mundo y establecer a los Estados Unidos como líder en la lucha contra el calentamiento global.
“América será nuevamente una nación manufacturera, y tenemos algo que ninguna otra nación manufacturera tendrá jamás: la mayor cantidad de petróleo y gas de cualquier país en la Tierra”, dijo Trump durante su discurso de inauguración.
“Y lo vamos a usar.”
Luego firmó una orden ejecutiva retirando a Estados Unidos del acuerdo climático de París de 2015, un pacto internacional para combatir el calentamiento global. También había sacado a Estados Unidos del pacto durante su primer mandato.
“Me retiro inmediatamente del injusto acuerdo climático de París”, dijo. “Los Estados Unidos no sabotearemos nuestras propias industrias mientras China contamina impunemente.”
También dijo que tenía la intención de detener el desarrollo de nuevas energías eólicas, que era un pilar de los esfuerzos de la administración Biden para descarbonizar el sector energético.
“No vamos a hacer lo del viento”, dijo. “Grandes y feos molinos de viento. Arruinan tu vecindario.”
Trump dijo que espera que las órdenes ayuden a reducir los precios al consumidor y mejorar la seguridad nacional de Estados Unidos.
“Reduciremos los precios, llenaremos nuevamente nuestras reservas estratégicas, hasta arriba, y exportaremos energía estadounidense por todo el mundo”, dijo.
Grupos ambientales han dicho que tienen la intención de impugnar las órdenes ejecutivas en los tribunales.
La producción de petróleo y gas de Estados Unidos ya se encuentra en niveles récord mientras los perforadores persiguen altos precios tras las sanciones a Rusia después de su invasión de Ucrania en 2022.
Pero Trump ha dicho que la producción podría ser aún mayor si se rescindieran las iniciativas ambientales impuestas por la administración Biden. Dijo, por ejemplo, que tenía la intención de poner fin al Green New Deal -una referencia a los esfuerzos climáticos demócratas- y revocar lo que llamó mandatos de vehículos eléctricos de Biden.
La administración de Biden buscó fomentar el uso de vehículos eléctricos ofreciendo un subsidio al consumidor para la compra de nuevos vehículos eléctricos, e imponiendo estándares de emisiones más estrictos a los fabricantes de automóviles. También buscó fomentar tecnologías de energía limpia utilizando subsidios fiscales que han atraído miles de millones de dólares en inversiones en manufactura.
El Comité Nacional Demócrata calificó la agenda del primer día de Trump como un “desastre para las familias trabajadoras”.
“Acabar con los empleos manufactureros y dar carta blanca a los contaminadores que enferman a las personas está lejos de poner ‘América primero'”, dijo Alex Floyd, portavoz del DNC.
DECLARACIÓN DE EMERGENCIA
Trump había prometido durante su campaña declarar una emergencia energética nacional, argumentando que Estados Unidos debería producir más combustibles fósiles y también modernizar la infraestructura eléctrica y aumentar la generación de energía para satisfacer la creciente demanda.
El uso de energía de los centros de datos de Estados Unidos podría casi triplicarse en los próximos tres años, y consumir hasta un 12% de la electricidad del país en demanda de IA y otras tecnologías, proyecta el Departamento de Energía.
Sam Sankar, vicepresidente senior de programas de Earthjustice, un grupo sin fines de lucro que se está preparando para luchar contra las políticas de Trump en los tribunales, dijo que la declaración de una emergencia energética en un período no bélico es rara e inexplorada, creando una posible vulnerabilidad legal.
La primera administración de Trump había considerado utilizar poderes de emergencia bajo la Ley Federal de Energía para intentar llevar a cabo una promesa de rescatar a la industria del carbón, pero nunca lo hizo.
Esta vez, la declaración de Trump buscaría aliviar las restricciones ambientales en las plantas de energía, acelerar la construcción de nuevas plantas, facilitar los permisos para proyectos de transmisión y tuberías, y abrir nuevas tierras federales.
“El tema común es realmente liberar la energía estadounidense asequible y confiable”, dijo un funcionario de Trump anteriormente el lunes. “Porque la energía permea cada parte de nuestra economía, también es clave para restaurar nuestra seguridad nacional y ejercer el dominio energético estadounidense en todo el mundo.”
‘HASTA ARRIBA’
La promesa de Trump de rellenar las reservas estratégicas, por otro lado, tiene el potencial de elevar los precios del petróleo al aumentar la demanda de petróleo.
Después de la invasión de Ucrania, Biden había vendido más de 180 millones de barriles de crudo de la Reserva Estratégica de Petróleo de Estados Unidos, una cantidad récord. Las ventas ayudaron a mantener bajo control los precios de la gasolina, pero hundieron la reserva al nivel más bajo en 40 años.
Se espera que Trump también firme otra orden destinada a desarrollar recursos naturales en Alaska, derogando varias de las iniciativas de vehículos eléctricos de Biden y protegiendo los electrodomésticos a gas de los reguladores federales y locales que quieren eliminarlos de hogares y negocios, dijo el funcionario entrante.
Alaska ha sido un área controvertida del país en lo que respecta a la energía y el medio ambiente, con los republicanos viendo durante mucho tiempo oportunidades para la producción de petróleo y gas allí, mientras que los demócratas han buscado preservar tierras vírgenes.”