JERUSALÉN – El principal general de Israel renunció el martes, asumiendo la responsabilidad de las fallas de seguridad relacionadas con el ataque sorpresa de Hamas que desencadenó la guerra en Gaza y aumentando la presión sobre el primer ministro Benjamin Netanyahu, quien ha retrasado cualquier investigación pública que pueda implicar potencialmente su liderazgo.
Mientras un frágil nuevo alto el fuego en la Franja de Gaza se mantenía, Israel lanzó una operación militar “significativa y amplia” en Cisjordania ocupada, matando al menos a nueve personas e hiriendo a 40, según funcionarios palestinos.
El teniente general Herzi Halevi es la figura israelí de mayor rango en renunciar por la falla de seguridad e inteligencia el 7 de octubre de 2023, cuando miles de militantes liderados por Hamas llevaron a cabo un asalto terrestre, marítimo y aéreo en el sur de Israel, arrasando bases militares y comunidades cercanas.
El ataque, el más mortífero en la historia de Israel, mató a unas 1,200 personas, en su mayoría civiles, y los militantes secuestraron a otras 250. Más de 90 cautivos siguen en Gaza, alrededor de un tercio se cree que están muertos.
La renuncia de Halevi, efectiva el 6 de marzo, se produjo días después del alto el fuego con Hamas que podría llevar al fin de la guerra de 15 meses y al regreso de los cautivos restantes. El mayor general Yaron Finkelman, jefe del Comando Sur de Israel, que supervisa las operaciones en Gaza, también renunció.
Sus renuncias probablemente aumentarán las llamadas a una investigación pública sobre las fallas del 7 de octubre, algo que Netanyahu ha dicho que debe esperar hasta que termine la guerra. La carta de renuncia de Halevi señaló que las investigaciones militares sobre esas fallas estaban “actualmente en sus etapas finales”.
Y Halevi hizo su llamado más explícito hasta ahora a una investigación pública en comentarios a periodistas, diciendo que sería “concedida plena transparencia” por parte del ejército.
Halevi parecía estar en desacuerdo con el nuevo ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, sobre la dirección de la guerra. Dijo que Israel había logrado la mayoría de sus objetivos, mientras que Katz ecoó la promesa de Netanyahu de seguir luchando hasta lograr una “victoria total” sobre Hamas. Katz reemplazó al popular Yoav Gallant, a quien Netanyahu despidió en un anuncio sorpresa en noviembre después de crecientes desacuerdos sobre la guerra.
Netanyahu enfrenta críticas de aliados de extrema derecha por el alto el fuego, que requiere que las tropas israelíes se retiren de áreas pobladas en Gaza y contempla la liberación de cientos de prisioneros palestinos, incluidos aquellos condenados por su participación en ataques mortales contra israelíes.
Hamas ya ha regresado a las calles, mostrando que sigue controlando el territorio a pesar de que la guerra ha matado a decenas de miles de palestinos, incluidos algunos líderes de Hamas, y ha causado una devastación generalizada.
La primera fase del alto el fuego durará seis semanas, con 33 rehenes liberados gradualmente. Tres rehenes y 90 prisioneros fueron liberados el domingo, cuando entró en vigor. La próxima liberación es el sábado. Las conversaciones sobre la segunda fase, mucho más difícil, comienzan en dos semanas.
Uno de los antiguos socios de Netanyahu, Itamar Ben-Gvir, renunció al gobierno el domingo, debilitando la coalición pero dejando a Netanyahu con mayoría parlamentaria. Otro líder de extrema derecha, el ministro de Hacienda Bezalel Smotrich, ha amenazado con irse si Israel no reanuda la guerra después de la primera fase del alto el fuego.
Por separado el martes por la noche, el servicio de rescate de emergencia de Israel dijo que cuatro personas fueron apuñaladas y heridas en Tel Aviv en lo que la policía describió como un ataque terrorista. La policía dijo que el atacante, un “extranjero” de 28 años, fue abatido por las fuerzas de seguridad en el lugar.
La campaña militar de Israel ha matado a más de 47,000 palestinos en Gaza, según las autoridades sanitarias locales, que dicen que las mujeres y los niños representan más de la mitad de los fallecidos pero no especifican cuántos de los muertos eran combatientes. Halevi dijo el martes que cerca de 20,000 militantes habían muerto, sin proporcionar evidencia.