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Los ministros han forzado la salida del presidente de la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido, mientras el gobierno busca reducir la regulación como parte de la agenda de crecimiento del Laborismo.
El gobierno confirmó la salida de Marcus Bokkerink como presidente de la CMA el martes por la noche, después de que el Financial Times informara que el secretario de negocios, Jonathan Reynolds, había intervenido en la agencia.
El Departamento de Negocios y Comercio dejó claro a Bokkerink el lunes que sentía que el regulador no estaba suficientemente centrado en el crecimiento, según una figura del gobierno.
Bokkerink, ex director gerente de Boston Consulting Group, fue nombrado en 2022. Los presidentes de la CMA pueden servir hasta un mandato de cinco años.
El gobierno ha nombrado a Doug Gurr como nuevo presidente interino de la CMA.
Gurr dirigió el negocio de Amazon en el Reino Unido durante la disputa de la compañía con la CMA por su inversión minoritaria en Deliveroo, que el regulador aprobó finalmente en 2020. Actualmente es director del Museo de Historia Natural en Londres.
Reynolds dijo en un comunicado que el gobierno tiene un “plan de cambio” que impulsará el crecimiento de las empresas y las comunidades en todo el Reino Unido.
“Queremos ver a reguladores como la CMA impulsando la economía con decisiones proempresariales que impulsarán la prosperidad y el crecimiento, poniendo más dinero en los bolsillos de la gente”, añadió.
Bokkerink defendió su historial como presidente de la CMA en un comunicado, diciendo que había ayudado a reenfocar la agencia para asegurarse de que cumpliera con el empoderamiento de “los consumidores y la competencia efectiva, en lugar de ser frenada por unos pocos incumbentes poderosos que establecen las reglas para todos los demás”.
Agregó que el enfoque de la CMA, establecido en su plan anual la semana pasada, “sin duda cambiará. Deseo a Doug y al gobierno la mejor de las suertes para encontrar un camino diferente que funcione de manera más efectiva”.
La CMA ha sido el foco de quejas de líderes empresariales a los ministros, frustrados por lo que consideran un enfoque excesivamente intervencionista en los acuerdos.
“Sabemos que [la actuación de la CMA] no ha sido lo suficientemente buena”, dijo una figura del gobierno. “Hay mucha frustración al respecto en todos los ámbitos empresariales. Estamos escuchando descontento de todos”.
Las empresas y sus asesores estarán atentos para ver cómo el nombramiento de Gurr puede tener un impacto en el enfoque de la directora ejecutiva de la CMA, Sarah Cardell.
Cardell ha hecho hincapié en los últimos meses en que la autoridad está interactuando más con las empresas y será “participativa” en la aplicación de sus nuevos poderes en los mercados digitales, que entraron en vigor este mes.
La CMA fue objeto de intensas críticas de Microsoft en 2023 por su manejo de la adquisición de Activision Blizzard por parte de la gigante tecnológica. La agencia finalmente aprobó el acuerdo entre las dos empresas con sede en Estados Unidos, después de haber intentado inicialmente bloquearlo.
Tom Smith, socio del bufete de abogados Geradin Partners y ex director legal de la CMA, dijo que la sustitución de Bokkerink “fue una sorpresa” para los abogados de competencia.
“El gobierno parece estar enviando una señal fuerte, especialmente sobre el control de fusiones”, agregó. “Es tentador decir que ahora sería un buen momento para presentar una fusión ante la CMA”.
En octubre del año pasado, el primer ministro Sir Keir Starmer también criticó duramente a la CMA en un discurso ante líderes empresariales, diciéndoles que “me aseguraré de que todos los reguladores en este país, especialmente nuestros reguladores económicos y de competencia, tomen el crecimiento tan en serio como lo hace esta sala”.
Once de los 33 miembros del panel de fusiones de la CMA, un grupo independiente de expertos que decide si algún acuerdo que pueda amenazar la competencia puede proceder, están programados para renunciar más adelante este año. El departamento de negocios es el encargado de nombrar a sus sustitutos.
Una figura del gobierno dijo que era razonable asumir que más de esos nuevos miembros del panel tendrían antecedentes empresariales.