Todos tenemos una relación única con nuestras finanzas, moldeada por nuestra crianza, cultura, generación y más. Estas influencias pueden alterar nuestra percepción de nuestras finanzas e impactar nuestras decisiones, a veces de manera negativa.
Cuando una persona tiene una percepción distorsionada o poco saludable de su situación financiera, puede considerarse una forma de “dismorfia del dinero”. Aunque no es una condición psicológica formalmente reconocida, el término se usa cada vez más para describir creencias o sentimientos irracionales sobre la riqueza, el gasto o la estabilidad financiera.
Si eso te resulta familiar, es posible que te preguntes si tienes dismorfia del dinero. Aprende más sobre las señales y síntomas, y qué hacer si estás luchando.
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Estableciendo paralelos con la condición de salud mental del trastorno dismórfico corporal (BDD), comúnmente conocido como dismorfia corporal, la dismorfia del dinero se refiere a una percepción distorsionada de tu situación financiera que no coincide con la realidad.
Por ejemplo, la dismorfia del dinero puede causar estrés y ansiedad en torno al gasto de dinero, incluso si ganas lo suficiente para cubrir todos tus costos. O puede llevarte a gastar en exceso y tener una visión distorsionada de lo que realmente puedes permitirte.
Según un estudio de 2024 realizado por Qualtrics en nombre de Intuit Credit Karma, el 29% de los estadounidenses experimentan dismorfia del dinero, siendo más probable que las generaciones más jóvenes reporten sentimientos de inadecuación financiera (43% de la Generación Z y 41% de los millennials).
La dismorfia del dinero no se manifiesta de la misma manera en todas las personas. Algunos indicadores clave de que puedes estar luchando con la dismorfia del dinero incluyen:
Evitar revisar los saldos de tu cuenta bancaria o revisar constantemente los saldos de tu cuenta
Maximizar tus tarjetas de crédito
Preocuparte constantemente por no ahorrar lo suficiente
Evitar gastar cualquier cantidad de dinero o tomar decisiones financieras porque te causa ansiedad
Sentirte culpable o avergonzado después de gastar dinero
Sentir que no tienes suficiente dinero
Comparar constantemente tu situación financiera con la de los demás
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Independientemente de cómo se manifieste la dismorfia del dinero, las consecuencias pueden ser graves y de largo alcance.
“La realidad es que la dismorfia del dinero puede contener a las personas en aspectos personales y financieros”, dijo Han Lim Kim, psicóloga clínica con licencia en Clarity Therapy NYC. “Podrías estar perdiendo o dañando relaciones al evitar gastar en actividades con amigos y familiares y perderte las alegrías conectadas a estas interacciones. Podrías acumular efectivo o mantener el dinero solo en una cuenta de ahorros, perdiendo oportunidades para invertir adecuadamente”.
No hay una causa raíz singular de la dismorfia del dinero. Saber cómo combatirla requerirá que hagas un trabajo para descubrir dónde está el desajuste entre el estado de tus finanzas y tu relación con el dinero.
Si crees que puedes estar luchando con la dismorfia del dinero, hay algunos pasos que puedes tomar para trabajar en resolverla.
Presta mucha atención a tus sentimientos sobre el dinero. Toma nota de las ocasiones en las que te sientes más ansioso. ¿Revisar el saldo de tu cuenta bancaria te causa ansiedad? ¿Sientes un arrepentimiento instantáneo después de hacer una compra?
Identificar los momentos en los que surgen sentimientos ilógicos o injustificados en torno al dinero puede ayudarte a implementar las estrategias adecuadas para centrarte y ajustar tu percepción.
Tener un presupuesto y una idea clara de tus ingresos y gastos cada mes puede brindarte tranquilidad y calmar cualquier temor que puedas tener sobre poder cubrir tus gastos mensuales o ahorrar para el futuro. Establece un momento cada mes para revisar los saldos de tus cuentas y seguir tu progreso hacia metas futuras para que cualquier sentimiento que tengas en torno al dinero se base en hechos.
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Los pensamientos negativos sobre el dinero pueden llevarte a adoptar una mentalidad de escasez. Kim sugirió reformular esos pensamientos para ver tu situación financiera bajo una luz más positiva.
“Pensamientos como ‘Soy malo con el dinero’ o ‘Si salgo a cenar esta noche, nunca podré jubilarme’ pueden reformularse examinando los hechos y creando una perspectiva más equilibrada”, dijo.
En lugar de eso, estos pensamientos negativos pueden ajustarse a “Todavía no he aprendido a presupuestar, pero puedo empezar ahora”, o “ese restaurante podría estar fuera de mi presupuesto, pero puedo sugerir una opción más asequible en su lugar”, explicó.
Los asesores financieros no son solo para los ricos; trabajan con todo tipo de personas de diversos contextos económicos. Hablar con un profesional puede ayudarte a tener una idea clara de dónde se encuentran tus finanzas y crear un plan para alcanzar tus metas, lo que puede aliviar tus ansiedades financieras.
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“Trabajé con un cliente que me dijo que, aunque sabía que iba a estar bien financieramente hablando, siempre se despertaba cada mañana con un nudo en el estómago pensando que algo terrible iba a suceder”, dijo Michael Liersch, jefe de asesoramiento y planificación de Wells Fargo. “Si bien le había servido cuando comenzó y construyó su negocio, se dio cuenta de que estaba interfiriendo con su capacidad para disfrutar de la jubilación y la familia. El problema central era que no tenía un plan basado en metas”.
Liersch explicó que juntos crearon un plan que detallaba las metas, activos y patrones de gasto de su cliente, y luego lo proyectaron en el tiempo. “Esa parte aseguró que los aspectos técnicos de su vida financiera estuvieran cubiertos”, dijo. “Pero también necesitaba sentirse psicológicamente seguro”.
Liersch dijo que ver el plan en formato digital le daba tranquilidad a su cliente todas las mañanas, sabiendo que si alguna vez se desviaba, lo sabría de inmediato para poder tomar medidas. “Eso le tranquilizó para que pudiera vivir su vida”.
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