Desde el inicio del año, las fortunas de los multimillonarios de los combustibles fósiles en Estados Unidos han aumentado. A pesar de que EE.UU. está extrayendo más petróleo y gas que nunca, Trump planea extraer aún más. Eso ha sido una gran noticia para la industria de los combustibles fósiles.
Rebecca Schneid de la revista TIME informa:
La inauguración del presidente Donald Trump el 20 de enero en Washington D.C. reunió a las personas más ricas del mundo para celebrar su regreso a la presidencia, incluyendo a Elon Musk, Jeff Bezos y Mark Zuckerberg, quienes tienen un patrimonio neto combinado de casi $900 mil millones, según Forbes.
En la inauguración de Trump, el antiguo partidario de Trump Harold Hamm, conocido por la fracturación hidráulica y considerado “el hombre más rico del petróleo de Estados Unidos” con más de $18.5 mil millones de riqueza dirigiendo Continental Resources, organizó una exclusiva fiesta para ver la inauguración. Los invitados incluyeron al elegido por Trump para dirigir el Departamento del Interior, el ex gobernador de Dakota del Norte Doug Burnam.
La conexión entre el ascenso de Trump y las decisiones de políticas y los líderes empresariales estadounidenses es especialmente cierta para los principales multimillonarios de los combustibles fósiles, según el Climate Accountability Research Project (CARP). El grupo ha estado rastreando el impacto de la última campaña presidencial de Trump y su victoria electoral en la riqueza de 15 multimillonarios individuales involucrados en la industria de los combustibles fósiles.
Solo un día después de la inauguración de Trump, CARP dice que estos 15 multimillonarios vieron aumentar su riqueza combinada en $3.31 mil millones, de $317.86 mil millones a $321.17 mil millones. Y desde que comenzó el nuevo año, estas personas han ganado $17 mil millones, según un análisis de CARP utilizando datos de Bloomberg.
Esta lista de los principales multimillonarios de los combustibles fósiles de EE.UU. incluye a la viuda de David Koch, Julia Flesher Koch, Charles Koch, el actual presidente y CEO de Koch Inc., Hamm, así como muchos otros propietarios de compañías petroleras y de gas como Kinder Morgan, Enterprise Products y Hunt Consolidated.
“Un buen retorno de la inversión”, dice Chuck Collins, cofundador de CARP a TIME sobre el aumento de la riqueza de los multimillonarios desde la elección de Trump. Collins coescribió un informe publicado este mes por CARP que rastrea las conexiones entre la segunda candidatura de Trump y los gigantes del petróleo y el gas de EE.UU.
Según Yale Climate Connections, casi $23 millones en fondos de la industria petrolera y del gas fueron directamente a la campaña del candidato Trump y a los PACs que lo apoyaban durante su reciente campaña electoral.
En una cena de abril de 2024 organizada con Hamm y a la que asistieron ejecutivos petroleros de lugares como Exxon y Chevron en Mar-a-Lago, Trump pidió a los asistentes que donaran $1 mil millones a su campaña. Les dijo a estos ejecutivos que ahorrarían esa cantidad de dinero y más después de que derogara regulaciones ambientales y acelerara los permisos de perforación, informó el Washington Post.
El análisis de CARP llega cuando Trump declara una “emergencia energética nacional”, comienza el proceso para retirarse del Acuerdo de París y promete acelerar las aprobaciones de proyectos de combustibles fósiles. En su declaración de “Emergencia Energética Nacional”, Trump citó la necesidad de reducir los costos energéticos y aumentar la producción de petróleo y gas natural en todo el país, en línea con su mantra a lo largo de su campaña: “perforar, baby, perforar”.
Trump se mantuvo en el mismo curso en su discurso de inauguración: “Tenemos algo que ninguna otra nación manufacturera tendrá nunca: la mayor cantidad de petróleo y gas de cualquier país en la Tierra, y lo vamos a usar. Lo vamos a usar”. Sus comentarios recibieron una ovación de pie en la fiesta de inauguración de Hamm en el hotel Hay-Adams en el centro de Washington, informó el New York Times.
Collins dice que la elección de Trump y sus órdenes ejecutivas inmediatas son un “sueño” para los ejecutivos del petróleo y el gas, un sueño que solo pueden esperar que mejore.
“Es un gran beneficio para la industria, y es más o menos un comienzo”, dijo Collins. “Esto es el pago por invertir millones y millones de dólares para que Trump fuera elegido, y despejar el camino para miembros del Congreso que son pro industria y negadores del cambio climático. Esto es por lo que pagaron”.