Esta es la historia de la toma de control de una ciudad, un partido político y un estado por el extremo más a la derecha del Partido Republicano de Idaho. Estos extremistas quieren desfinanciar la educación. Quieren controlar todo, no solo la educación.
El artículo se centra en un colegio comunitario que fue el objetivo de estos extremistas, North Idaho College, el cual podría perder su acreditación, no por problemas académicos o financieros, sino porque su junta directiva está en caos.
Los extremistas tienen como objetivo toda la educación pública. Piensan que la educación es adoctrinamiento. Piensan que es peligrosa, incluso la educación vocacional y técnica.
Aquí hay unos párrafos ilustrativos:
Las violaciones de estatutos que desencadenaron este escándalo de acreditación hace cuatro años nunca tuvieron que ver con la académica. El colegio comunitario de dos años ofrece una educación sólida y cuenta con el mejor programa de enfermería del estado. Sus finanzas también son estables. No, NIC podría cerrar porque la Junta de Síndicos ha estado en un estado de toxicidad, caos y disfunción desde que la extrema derecha obtuvo la mayoría en la junta hace cuatro años.
Es difícil exagerar lo catastrófico que sería la pérdida de acreditación para la gente del norte de Idaho. Con un precio un 65 por ciento menor en promedio que las instituciones estatales de cuatro años, los colegios comunitarios acercan la educación superior a los estadounidenses menos privilegiados; más de un tercio de sus estudiantes ganan menos de $20,000 al año. En NIC, el 57 por ciento de los estudiantes reciben ayuda financiera. Los negocios locales dependen del colegio para la capacitación de empleados en todo, desde software de oficina hasta operación de montacargas. Los estudiantes de secundaria pueden inscribirse en programas de crédito dual, que les permiten adelantar su primer año de universidad y permiten a los estudiantes educados en casa obtener transcripciones oficiales…
¿Cómo pudo suceder esto? El problema va mucho más allá de una mayoría de tres personas en la junta de síndicos de un pequeño colegio comunitario. NIC y muchas otras instituciones están en peligro porque, durante la última década y media, un grupo central de extremistas ha tomado lentamente el control del Partido Republicano de Idaho de la misma manera que una avispa parasitaria toma lentamente el control de su anfitrión. Esto no requirió astroturfing ni infusiones de efectivo de Koch, solo una indiferencia regular hacia la política hiperlocal. La táctica está en marcha en otros lugares, pero Idaho se adelantó. Esta crisis es lo que sucede cuando la insurgencia da frutos…
Las consecuencias de esa agenda van mucho más allá de la crisis de acreditación de NIC. Las leyes de aborto de Idaho están entre las más estrictas del país; citando la dificultad para reclutar médicos dada la posibilidad de criminalización, dos hospitales ya han cerrado sus departamentos de parto y atención materna, dejando a muchos habitantes rurales de Idaho a horas de atención materna. Miembros armados de milicias han aparecido en la sección infantil de bibliotecas en busca de pornografía, y las bibliotecas están limitando el servicio debido a legislación que responsabiliza penalmente a los bibliotecarios por libros considerados inapropiados. Las escuelas primarias y secundarias de Idaho literalmente se están desmoronando; gasta menos por estudiante que cualquier otro estado y ocupa el puesto 43 en calidad educativa.
Esta “avispa parasitaria” está trabajando en otros estados rojos.