El gobierno dijo que los cambios se aplicaban a todos los visados de visitante, incluidos turistas y personas que visitaban a familiares, parejas y tutores con visados a largo plazo. Agregó que solo se permitía el trabajo remoto en el extranjero, mientras que los visitantes cuyo empleo requería estar en el país aún debían obtener visados apropiados. Según el gobierno, la industria turística de Nueva Zelanda genera casi $11 mil millones. Muchos otros países han introducido programas de visados para nómadas digitales en los últimos años en un esfuerzo por atraer a un número creciente de personas que buscan oportunidades para viajar mientras trabajan de forma remota. La tendencia despegó en la década de 2010, principalmente entre jóvenes trabajadores que buscaban escapar de su rutina diaria. Fue impulsada aún más por la pandemia de Covid-19, cuando los confinamientos mundiales llevaron a un cambio en las actitudes hacia el trabajo remoto. Países que ofrecen visados para nómadas digitales incluyen Japón, Corea del Sur, Abu Dabi, Dubái, Brasil, España y Portugal. Sin embargo, la presencia de nómadas digitales en algunos lugares también ha provocado debate. En la ciudad sudafricana de Ciudad del Cabo, los detractores dicen que la afluencia de trabajadores remotos ha llevado a un aumento en los costos. La llegada de visitantes a países como España y Grecia también ha avivado protestas acaloradas contra el turismo masivo.
