La velocidad a la que la nueva aplicación de inteligencia artificial china DeepSeek ha sacudido la industria tecnológica, los mercados y el sentido optimista de superioridad estadounidense en el campo de la inteligencia artificial (IA) ha sido impresionante.
El capitalista de riesgo Marc Andreessen quizás lo haya dicho mejor. “DeepSeek-R1 es el momento Sputnik de la IA”, publicó en X el domingo, refiriéndose al satélite que inició la carrera espacial.
DeepSeek fue la aplicación gratuita más descargada en la App Store de Apple en EE. UU. durante el fin de semana. Para el lunes, el nuevo chatbot de IA había desencadenado una masiva venta de acciones de importantes empresas tecnológicas que estaban en caída libre debido a los temores sobre el liderazgo de Estados Unidos en el sector.
Las acciones del diseñador de chips de IA y reciente favorito de Wall Street, Nvidia, por ejemplo, habían caído un 17% para cuando cerraron los mercados estadounidenses el lunes. O para decirlo de manera aún más impactante, perdió casi $600 mil millones en valor de mercado, lo que, según Bloomberg, es la mayor caída en la historia del mercado de valores de EE. UU.
Este espantoso e histórico suceso se puede atribuir en gran medida a algo tan simple como el costo. Y una afirmación de los desarrolladores de DeepSeek que generó serias preguntas en Silicon Valley.
Mientras que OpenAI, el fabricante de ChatGPT, ha estado perdiendo dinero, gastando $5 mil millones solo el año pasado, los desarrolladores de DeepSeek dicen que construyeron este último modelo por tan solo $5.6 millones.
Eso es solo una pequeña fracción del costo en el que gigantes de la IA como OpenAI, Google y Anthropic han confiado para desarrollar sus propios modelos.
Mientras se desarrollaba este momento dramático para el sector, hubo un silencio palpable en muchos rincones de Silicon Valley cuando contacté a aquellos que generalmente están dispuestos a hablar. Muchos observadores, inversores y analistas parecían asombrados.
Algunos se preguntaban si esto marcaba una oportunidad de compra. Otros cuestionaban la información que DeepSeek estaba proporcionando.
“Todavía pienso que la verdad está debajo de la superficie cuando se trata de lo que realmente está sucediendo”, me dijo el veterano analista Gene Munster el lunes. Cuestionó las finanzas que DeepSeek está citando y se preguntó si la startup estaba siendo subsidiada o si sus números eran correctos.
El chatbot es “sorprendentemente bueno, lo que hace que sea difícil de creer”, dijo.
Independientemente, la llegada repentina de DeepSeek es un “flex” de China y un “golpe para la tecnología estadounidense”, para usar sus propias palabras.
Fue la semana pasada, después de todo, que Sam Altman de OpenAI y Larry Ellison de Oracle se unieron al presidente Donald Trump para una conferencia de prensa que realmente podría haber sido un comunicado de prensa.
El evento representó el optimismo máximo de Estados Unidos sobre la IA.