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El Primer Ministro de Serbia, Miloš Vučević, ha presentado su renuncia tras semanas de protestas masivas por un accidente fatal en una estación de tren en el norte del país que ha sido atribuido a la corrupción gubernamental.
Las manifestaciones fueron desencadenadas por el colapso del techo de la estación de tren en Novi Sad, la segunda ciudad más grande de Serbia, el 1 de noviembre, que provocó la muerte de 15 personas. La reacción pública ante el desastre se ha convertido en el mayor desafío al firme control del poder del presidente autoritario Aleksandar Vučić, quien ha estado en el cargo desde 2017.
El techo colapsó tras las renovaciones de la estación por un consorcio liderado por dos empresas chinas que también están construyendo una línea ferroviaria entre Budapest y Belgrado. Vučević, un estrecho aliado del presidente, era alcalde de Novi Sad cuando comenzaron las obras de construcción.
El proyecto ferroviario emblemático ha sido promocionado por Vučić y el Primer Ministro húngaro Viktor Orbán como un símbolo de su apertura a una mayor inversión china en sus países.
Las protestas a nivel nacional han sido lideradas por estudiantes que exigen responsabilidad gubernamental por el desastre de la estación. Han ocupado docenas de universidades durante los últimos dos meses como parte de su acción. El viernes, decenas de miles de personas participaron en una huelga general en apoyo al movimiento estudiantil.
El lunes, los agricultores se unieron a las manifestaciones, bloqueando calles en la capital. Con las protestas creciendo, Vučić apareció en una conferencia de prensa tarde en la noche con su primer ministro para apelar al diálogo con los líderes estudiantiles, diciendo “necesitamos reducir las tensiones y empezar a hablar entre nosotros”.
“Cualquier tipo de crisis plantea un grave problema para nuestra economía. Una situación así en la sociedad no es buena para nadie”, agregó el presidente.
Vučić también dijo que estaba listo para reemplazar la mitad del gobierno.
El martes, Vučević dijo que él y su sucesor como alcalde de Novi Sad, Milan Đurić, renunciarían, añadiendo que estaban respondiendo a la demanda de los manifestantes de responsabilidad gubernamental por el accidente.
“El alcalde de Novi Sad y yo nos consideramos objetivamente responsables de lo que sucedió en Novi Sad y por eso estamos pagando voluntariamente el precio político”, dijo Vučević.
Los fiscales han acusado a 13 personas en conexión con el colapso del techo de la estación, incluido un ex ministro de transporte. Pero los líderes estudiantiles también han exigido plena transparencia en la investigación, con la publicación de documentos incautados.
Las protestas han sido cada vez más enojadas tras el arresto de algunos manifestantes y enfrentamientos con simpatizantes del Partido Progresista Serbio de Vučić. El presidente ofreció el lunes una amnistía total para los estudiantes arrestados en un intento de calmar las protestas.