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El mes pasado fue enero más caluroso registrado, sorprendiendo a los científicos que esperaban que el ciclo de enfriamiento de La Niña en el Pacífico tropical ralentizara casi dos años de temperaturas récord.
Enero se ubicó como el tercer mes más caluroso a nivel global registrado, con una temperatura del aire superficial de 13.23C, 1.75C por encima del promedio preindustrial, según el servicio de Cambio Climático de Copernicus, la agencia de observación de la Tierra de la UE.
El calentamiento, a pesar de la aparición de La Niña en diciembre, alimenta las preocupaciones de que el cambio climático se esté acelerando en un momento en que países como EE.UU., el mayor contaminante histórico del mundo, están retrocediendo en sus compromisos de reducir las emisiones.
Bill McGuire, profesor emérito de peligros geofísicos y climáticos en UCL, dijo que los datos de enero eran “asombrosos y, francamente, aterradores”, agregando: “Sobre la base de las inundaciones en Valencia y los apocalípticos incendios forestales en Los Ángeles, no creo que pueda haber dudas de que ha llegado una peligrosa y omnipresente ruptura climática. Sin embargo, las emisiones siguen aumentando”.
Samantha Burgess, líder estratégica de clima en el Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Plazo Medio, que supervisa Copernicus, dijo que en enero fue “otro mes sorprendente, continuando con las temperaturas récord observadas en los últimos dos años, a pesar del desarrollo de La Niña”.
Copernicus encontró que Europa experimentó su segundo enero más caluroso de la historia, a pesar de temperaturas por debajo del promedio en Islandia, el Reino Unido, Irlanda, el norte de Francia y partes de Escandinavia.
La temperatura promedio de la superficie del mar a nivel mundial fue de 20.78C, el segundo valor más alto registrado para el mes después de enero del año pasado. Aunque el Pacífico ecuatorial central se había enfriado, las temperaturas eran “inusualmente altas en muchas otras cuencas oceánicas y mares”, dijeron los científicos.
Richard Allan, profesor de ciencias climáticas en la Universidad de Reading en el Reino Unido, dijo que gran parte de la “superficie del mar global permaneció notablemente cálida a principios de 2025, principalmente como resultado del calentamiento causado por el hombre”.
Agregó que las fluctuaciones naturales del clima de semana a semana pueden “causar condiciones más cálidas o más frías en áreas continentales”, lo que, dijo, “contribuyó a las inesperadas temperaturas globales récord a principios de 2025”.
El fenómeno climático natural de La Niña normalmente resulta en temperaturas globales más frías, mientras que las temperaturas aumentan durante su fase opuesta de calentamiento de El Niño.
El Niño terminó en mayo de 2024, mientras que condiciones más débiles y retrasadas de La Niña surgieron en el océano Pacífico ecuatorial en diciembre, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.
A principios de esta semana, James Hansen, el científico que dio la voz de alerta sobre el cambio climático en la década de 1980, dijo que este año probablemente será de una temperatura promedio similar a la de 2024, a pesar de La Niña.
El año pasado fue el más caluroso registrado, con la temperatura promedio global aumentando 1.5C por encima de los niveles preindustriales.
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