Anna Bergkvist, la jefa de la investigación policial, le dijo a la BBC que la policía solo podía confirmar que personas de múltiples nacionalidades y edades se vieron envueltas en el ataque. Salim Iskef, un cristiano ortodoxo de 29 años que huyó de la guerra en Siria en 2015, ha sido nombrado como una de las 10 víctimas del tiroteo. La iglesia de Santa María en Örebro dijo que su vida había terminado trágicamente en el ataque. Informes suecos dijeron que se había convertido en ciudadano sueco y que se iba a casar en junio. Su tía le dijo al sitio web en árabe Alkompis que había hecho una videollamada a su madre para decirle que lo habían disparado y le pidió que cuidara de su prometida. Dos ciudadanos bosnios también se encuentran entre las víctimas, según el embajador de Bosnia en Suecia. Uno resultó herido y otro estaba desaparecido, dijo. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Bosnia expresó sus condolencias y habló de la gran comunidad bosnia en Örebro. La policía de Örebro dijo que la alarma se activó a las 12:33 (11:33 GMT) del martes y, después de unos cinco minutos, las primeras patrullas llegaron a la escuela, que se encuentra en un gran campus educativo a unos 200 km al oeste de Estocolmo. El jefe de la policía regional, Lars Wiren, dijo en una conferencia de prensa el jueves que 130 policías finalmente llegaron a la escuela. Se enfrentaron a lo que solo se podía describir como un “infierno” cuando entraron en los edificios de la escuela el martes: “Personas muertas, gritos y humo”. Habló de una escena de caos, con personas corriendo dentro y fuera de una escuela muy grande que se extiende sobre aproximadamente 17,000 metros cuadrados. Wiren le dijo a la BBC que no había evidencia de que se hubieran detonado bombas, pero dijo que había mucho humo que podría haber provenido de que el sospechoso prendiera fuego o usara granadas de humo. Dijo que creían que el sospechoso había disparado a la policía pero que los agentes no habían disparado de vuelta. El pistolero fue encontrado muerto en el lugar más de una hora después. La investigadora policial Anna Bergkwist dijo que el sospechoso se había suicidado. Confirmó que se encontraron tres armas en el lugar junto al pistolero, de un total de cuatro conocidas que estaban registradas legalmente a nombre del sospechoso. Sin embargo, se negó a comentar sobre los tipos de armas o municiones utilizadas.
