Por Marianna Parraga
HOUSTON (Reuters) – La empresa estatal petrolera de Venezuela, PDVSA, ha reanudado las importaciones regulares de crudo ligero a medida que su propia producción de grados medios y ligeros disminuye, creando cuellos de botella para la producción de mezclas exportables, según documentos de la compañía y datos de seguimiento de buques.
Venezuela, sancionada por Estados Unidos e Irán, tenía un acuerdo de intercambio que permitía a PDVSA importar crudo y condensado entre 2021 y 2023 y utilizarlos como diluyentes para su petróleo pesado. Pero deudas y desacuerdos sobre proyectos han detenido el intercambio desde el año pasado, dejando a la empresa venezolana con menos opciones para obtener importaciones.
En diciembre, un buque que transportaba alrededor de 600,000 barriles de un crudo ligero no identificado descargó en el terminal principal de PDVSA, José. Otro buque petrolero que llevaba un volumen similar de petróleo ligero descargó en el mismo puerto el mes pasado, según registros de envío de la empresa vistos por Reuters.
El buque con bandera de Liberia que descargó en enero partió del puerto de Dongjiakou en China, según el servicio de monitoreo de buques TankerTrackers.com. Sin embargo, no fue posible identificar de inmediato el origen del crudo.
PDVSA no respondió de inmediato a una solicitud de comentario.
La empresa aumentó las exportaciones en enero a alrededor de 867,000 barriles por día (bpd) de crudo y combustible, incluyendo casi 300,000 bpd a Estados Unidos, mientras que el gobierno del presidente Donald Trump advertía sobre un posible corte en las importaciones de crudo venezolano a Estados Unidos.
La producción total de crudo del país aumentó ligeramente a 1.05 millones de bpd en enero desde 1.01 millones en diciembre, según cálculos independientes.
Sin embargo, las luchas de PDVSA para proporcionar suficientes diluyentes para sus operaciones de mezcla de petróleo se han agravado en los últimos meses a medida que la producción en Monagas Norte, una región clave para la producción de los grados de crudo más ligeros del país, disminuye debido a la falta de gas para reinyección en los campos petroleros, dijeron fuentes cercanas a las operaciones.
Un complejo clave de procesamiento de gas que sufrió un incendio importante en noviembre no se ha recuperado completamente para suministrar a los campos petroleros de PDVSA, agregaron las fuentes.
Venezuela importó alrededor de 73,000 bpd de condensado y crudo iraní en 2022, lo que disminuyó a unos 40,000 bpd en 2023. El año pasado, PDVSA solo realizó compras esporádicas de cargamentos de crudo extranjero, que en promedio fueron inferiores a 15,000 bpd, según datos de seguimiento de buques de LSEG y registros de la empresa.
A medida que las importaciones de crudo extranjero de Venezuela disminuyeron debido a un comercio menos activo con Irán, la descarga de nafta pesada importada de algunos de sus socios en empresas conjuntas, incluida la estadounidense Chevron, se ha estabilizado en los últimos años, contribuyendo a menos contratiempos operativos en la principal región de producción del país, el Cinturón del Orinoco.
(Reporte de Marianna Parraga; Edición de Christian Plumb y Marguerita Choy)