“
Por qué es importante aprender haciendo al trabajar de forma remota
¿Alguna vez has notado que la mejor manera de aprender algo no es solo leyendo sobre ello o viendo un video, sino haciéndolo realmente? Esa es la idea detrás del modelo 70-20-10 de Aprendizaje y Desarrollo (L&D). Según este modelo, el 70% de nuestro aprendizaje proviene de la experiencia práctica, el 20% de las interacciones sociales y solo el 10% de la formación formal, como cursos o libros de texto. En otras palabras, la mayor parte de nuestro crecimiento profesional ocurre simplemente probando cosas, resolviendo problemas y aplicando lo que aprendemos en nuestra vida diaria.
Vamos a centrarnos en el 70%, que es aprender haciendo. Nuestros cerebros aprenden mejor cuando nos involucramos con el material. Por eso, la formación tradicional, que es en su mayoría pasiva, no es suficiente por sí sola. Cuando aplicas el conocimiento, tu cerebro se conecta más fuertemente con el material, lo que facilita recordar la información y aplicarla más adelante. Además, aprender haciendo, incluso de forma remota, te anima a resolver problemas activamente, pensar de forma más crítica y estar mejor preparado para adaptarte a diferentes situaciones. Y con los lugares de trabajo y las industrias modernas cambiando rápidamente, no podrías adquirir habilidades más útiles que estas.
Pero, ¿cómo se practica el aprendizaje haciendo de forma remota? En la oficina, esto ocurre al observar a otros trabajando, unirse a sesiones de resolución de problemas o aprender nuevas herramientas. En el trabajo remoto, aunque esto no puede suceder de la forma en que estamos más familiarizados, no significa que no pueda suceder en absoluto. Con las estrategias adecuadas, puedes crear oportunidades de aprendizaje práctico desde cualquier lugar. A continuación, te guiaremos sobre cómo practicar el aprendizaje haciendo como empleado remoto para que puedas aprovechar al máximo tus oportunidades de aprendizaje.
Cómo practicar el aprendizaje haciendo como trabajador remoto
Identificar oportunidades de aprendizaje
Trabajar de forma remota a veces puede parecer que hay un límite en las cosas que puedes hacer. Pero eso no significa que no puedas crecer y desarrollar nuevas habilidades. La clave es detectar oportunidades de aprendizaje en tu trabajo diario y tratarlas como formación práctica. Empieza prestando atención a los desafíos que puedas enfrentar durante tu día laboral. Puede ser un correo electrónico difícil de un cliente que te ayudará a mejorar tus habilidades de comunicación o un software complicado que has estado evitando descubrir que puedes ver un tutorial al respecto. Otra forma de encontrar oportunidades de aprendizaje es observar a tus compañeros. Por ejemplo, si un colega es bueno creando informes, examina su enfoque e intenta imitar sus técnicas.
Asumir más tareas
Una de las mejores formas de practicar el aprendizaje haciendo de forma remota es ofrecerte como voluntario para tareas que parecen desafiantes. Cuando estás en una oficina, generalmente adquieres nuevas habilidades observando lo que hacen tus colegas, participando en reuniones o realizando proyectos de último minuto. Sin embargo, en un entorno remoto, debes ser intencional. Primero, busca asignaciones desafiantes. Estas son tareas que están más allá de tus habilidades pero te ayudarán a desarrollarlas. En segundo lugar, únete a tareas de colaboración entre equipos. Si trabajas en marketing pero quieres mejorar tus habilidades de análisis de datos, ofrécete para ayudar al equipo de análisis con los informes. Por último, no evites los proyectos secundarios. Ya sea un proyecto de equipo o personal, asúmelo. Cuantas más cosas tengas que hacer, más momentos de aprendizaje tendrás.
Resolución de problemas del mundo real
La mejor manera de aprender? Resolver problemas reales. Claro, la teoría es buena, pero nada es tan efectivo como enfrentarse a desafíos reales. Cuando trabajas de forma remota, puedes empezar aprovechando tus conocimientos existentes adquiridos mediante la formación formal para resolver problemas de trabajo reales. Por ejemplo, si has aprendido análisis de datos, analiza datos reales de la empresa, incluso si necesitas refrescar tu memoria repitiendo un curso. El aprendizaje pasivo no es ideal para la retención del conocimiento, así que en lugar de dejar que toda tu formación se desperdicie, úsala en problemas de la vida real y ve el impacto inmediatamente.
Aprendizaje autodirigido
Cuando trabajas de forma remota, no hay nadie que verifique tu progreso en tiempo real o programe sesiones de formación. Tienes control total de tu aprendizaje, así que asegúrate de mantenerte proactivo para ver resultados. En cuanto al aprendizaje haciendo de forma remota, primero debes establecer algunos objetivos. Por ejemplo, es posible que desees aprender a programar, por lo que completarás un curso de programación para el final de la semana. Esto te mantendrá motivado y organizado. También puedes comenzar a explorar el microaprendizaje. Las lecciones pequeñas son ideales a diario, y también pueden ser prácticas, como pasar 15 minutos al día viendo un tutorial sobre un nuevo software.
Aplicar nuevas habilidades en línea
Hemos discutido cómo aplicar las habilidades que aprendes es el núcleo del aprendizaje haciendo, pero ¿cómo puedes hacerlo en un entorno remoto? Todo depende de lo que estés aprendiendo. Si tomas un curso sobre habilidades de comunicación, dirige una reunión. Del mismo modo, si aprendes sobre Google Ads, ofrécete como voluntario para iniciar una campaña. La clave es aplicar tus habilidades de inmediato. Compartir lo que has aprendido también puede ayudarte a retener el conocimiento, como explicar el concepto que acabas de leer a un miembro del equipo.
Seguir el progreso
Por último, documenta tu progreso. Ya sea manteniendo un diario o a través de métodos formales como el seguimiento del progreso en tus plataformas de formación, esto mejora tu trabajo. Te da confianza ver que has alcanzado tus metas de aprendizaje y, con el tiempo, te motiva al ver lo lejos que has llegado.
Conclusión
Aprender haciendo de forma remota no es imposible. No necesitas una oficina o sesiones de formación en persona para desarrollar habilidades reales. Cada proyecto e incluso cada error es una oportunidad de crecimiento. Todo lo que tienes que hacer es buscar oportunidades para experimentar y resolver problemas reales para que puedas aplicar lo que has aprendido. Así que elige una habilidad que quieras aprender y actúa sobre ella.
“