Este largometraje animado forma parte de la gran franquicia de fantasía de Witcher, que comenzó con cuentos cortos del escritor polaco Andrzej Sapkowski y ha evolucionado para sobrevivir en todo tipo de plataformas, desde videojuegos y cómics hasta series de televisión y películas de acción real. Gracias a la abundancia de conocimiento en wikis, puedes entender rápidamente de qué se trata. Hay un tipo con poderes mágicos, espectaculares pectorales (y el cabello platino de un cantante principal de una banda de metal finlandesa) llamado el Witcher, también conocido como Geralt (con la voz de Doug Cockle); deambula por un campo medieval luchando contra monstruos, en parte por encargo y en parte por la bondad de su propio corazón rudo. Es como un ronin o un caballero o un detective amateur de la serie de televisión de la época de Lovejoy, pero con una espada. El compañero de Geralt, Jaskier (Joey Batey), hace chistes y es cobarde y cómico, y toca un instrumento similar a un laúd en el que interpreta baladas que celebran las hazañas heroicas de Geralt. También conocemos (principalmente en flashbacks) a la pareja romántica intermitente de Geralt, Yennefer (Anya Chalotra), quien puede visitar sus sueños para coquetear con él, pero ella es menos importante aquí que en otros productos de Witcher.
En cambio, Geralt y Jaskier llegan a un reino costero donde las sirenas y los humanos regulares están en desacuerdo porque los humanos siguen diezmando los lechos de ostras en busca de perlas. Sorprendentemente, no utilizan las ostras como alimento, lo que agota las fuentes de alimentos para los diversos animales de fantasía que las sirenas sienten que son sus amigos porque todos viven juntos en el mar. Es el equivalente a un western postcolonial donde las sirenas son los nativos americanos y los humanos son blancos rapaces que se adueñan de la tierra. Pero el guion también entrelaza una historia de amantes condenados que involucra a una princesa sirena y a un príncipe humano tonto que se desarrolla como una mezcla de Romeo y Julieta y La Sirenita. Además, porque ninguna animación orientada a la generación Z estaría completa sin un subtexto trans, también hay un poco de eso al final.
Dicho esto, toda la biología y el tema de género son bastante confusos aquí porque en un momento la sirena y el chico humano se pelean y ella dice que le gustaba más cuando solo “follaban y no hablaban” – pero luego se hace un gran revuelo sobre cómo no pueden casarse porque no podrían consumar su unión, dadas las incompatibilidades genitales de los cuerpos de sirena y humanos. Claramente, es mejor no pensar demasiado en todo esto.
Al igual que The Witcher: Nightmare of the Wolf, una película de animación anterior también en Netflix, esta se realizó en un estudio de animación coreano llamado Studio Mir, que hace un trabajo bastante bueno al combinar el aspecto entre los estilos de animación predominantes de Europa y Asia, para crear algo altamente exportable a todos los continentes. Los movimientos son muy fluidos, pero las expresiones son limitadas y hay montones de gore animado, en un rojo rojizo profundo que recuerda a las tonalidades producidas en masa de las alfombras falsas persas.
The Witcher: Sirens of the Deep está disponible en Netflix a partir del 11 de febrero.