Orly Gilboa revealed that her daughter Daniella was only properly fed in the months leading up to her release.
Parents of four young female Israeli hostages who were freed from Hamas captivity in Gaza shared harrowing details of their daughters’ ordeal. They described how the women were starved, threatened, forced to cook and clean, and subjected to physical abuse and propaganda videos while held in underground tunnels and buildings by armed men.
Despite the hardships, the hostages found solace in sharing stories, drawing, and keeping a diary to cope with the traumatic experience.
The women, including three female soldiers kidnapped from Nahal Oz army base, endured varying levels of food access and treatment by their captors over the 15 months they were held, often being moved between different locations.
Orly Gilboa, whose daughter Daniella was among the hostages, recounted the emotional toll of seeing her daughter subjected to a video that suggested she had been killed, highlighting the psychological torment the families endured.
The release of the hostages marked the end of a traumatic period that saw more than 48,000 people killed in Gaza, with significant destruction to buildings and infrastructure. The exchange of hostages for Palestinian prisoners under a ceasefire deal brought some relief, but the scars of the conflict remain.
Despite the challenges faced during their captivity, the women showed resilience and strength, with their families providing unwavering support throughout the ordeal.
Reuters Que nadie la olvidaría, y haremos lo que sea necesario para sacarla de este infierno.”
GPO
La familia Levy se reunió en Israel a finales de enero
Él dice que para Naama, el ataque de Hamas a la base militar “fue mucho más traumático que el cautiverio en sí mismo”.
“Puede cambiar pero en este momento pensamos que este es el día más trágico del que ha hablado,” dice el Sr. Levy.
Imágenes de Naama ese día la muestran a ella y a otras soldados mujeres con ropa manchada de sangre rodeadas de hombres armados en una habitación de la base antes de ser obligadas a subir a un vehículo y llevadas a Gaza.
Las tres soldados mujeres cuyos padres hablaron con la BBC están entre las cinco de una unidad militar femenina desarmada en Nahal Oz liberadas en la primera tanda del cese al fuego.
Miembros de la unidad, conocida en hebreo como Tatzpitaniyot, tienen la tarea de observar la frontera con Gaza y buscar signos de cualquier cosa sospechosa. Sobrevivientes y familiares de algunos de los fallecidos ese día dicen que habían estado advirtiendo durante meses que Hamas estaba preparando un ataque.
Unos días antes del ataque del 7 de octubre, Daniella había estado en casa de descanso del servicio militar. Le había dicho a su madre entonces: “Mamá, cuando regrese al ejército, habrá una guerra”.
“No pensé que iba a ser una guerra tan grande y, por supuesto, que mi hija sería tomada como rehén,” dice la Sra. Gilboa.
La Sra. Gilboa y las familias de las otras dos observadoras que hablaron con la BBC dicen que se suman a los llamados para una investigación sobre lo sucedido.
Dicen que sus hijas siguen preocupadas por las condiciones de los que aún están en Gaza y han pedido que el cese al fuego continúe.
Reuters
Daniella Gilboa regresó a casa el 5 de febrero
Mientras tanto, la Sra. Leshem Gonen dice que todavía está averiguando qué le sucedió a su hija Romi.
Fue herida en el festival de música Nova y su madre dice que no fue tratada adecuadamente, dejándola con “una herida abierta donde podía ver el hueso”.
“Esto es algo que podemos saber y de lo que ella habla. Las otras cosas, creo que llevará tiempo.”
La Sra. Leshem Gonen dice que Romi describió su liberación en la primera semana del alto el fuego como “intimidante” y “aterrador”. Estaba rodeada de hombres armados y multitudes. Pero el momento de su reunión fue “tan poderoso”.
Reuters
Romi Gonen saliendo hacia la libertad
Los padres también describieron cómo sus hijas encontraron formas de sobrellevar cada día en cautiverio – a través de dibujar, hacer anotaciones o compartir historias entre ellas.
“Escribían tanto como podían, todos los días – qué estaba pasando, a dónde se estaban moviendo, quiénes eran los guardias y cosas así,” dice el Sr. Berger.
Mientras estaban en cautiverio, las jóvenes soñaban con las cosas que querían hacer cuando llegaran a casa: cortarse el pelo y comer sushi.
Daniella había dibujado una mariposa con la palabra “libertad” mientras estaba en cautiverio – ahora tiene eso tatuado en su brazo.
Se están adaptando a la vida de nuevo en Israel, y sus familias dicen que están avanzando en la recuperación paso a paso.
El momento de reunión con su hija Naama aún es borroso, dice el Sr. Levy, pero recuerda la emoción.
“La sensación era que… Te cuidaré ahora, y todo va a estar bien. Papá está aquí. Eso es todo. Y entonces todo estaba en calma.”
Reporte adicional por Naomi Scherbel-Ball
Reuters
Naama Levy, de nuevo en brazos de sus padres