Thames Water está apelando al regulador de competencia del Reino Unido para que revise los aumentos de precios que puede cobrar a los clientes en los próximos cinco años, ya que la mayor empresa de servicios de agua del Reino Unido lucha por evitar la renacionalización.
Thames Water dijo el viernes que el nivel de facturas estipulado por el regulador Ofwat no apoya adecuadamente la inversión y mejora requerida para que la empresa de servicios públicos pueda “cumplir con sus clientes, comunidades y el medio ambiente durante los próximos cinco años”.
La empresa de servicios públicos, que proporciona servicios de agua y alcantarillado a aproximadamente una cuarta parte de la población del Reino Unido, fue autorizada por Ofwat a aumentar las facturas en un 35 por ciento para 2030, menos que el aumento del 53 por ciento que la empresa en problemas había solicitado.
El aumento permitido por Ofwat elevará las facturas promedio de los hogares en un tercio a £639 a partir de abril, incluyendo la inflación.
Sir Adrian Montague, presidente de Thames Water, dijo: “Hemos tomado la decisión de remitir nuestra determinación final a la Autoridad de Competencia y Mercados en interés de nuestros clientes y el medio ambiente.
“Estamos enfocados en poner el negocio en una base estable a largo plazo para que podamos tener éxito en nuestra recuperación, y construir y mantener una infraestructura que respalde el crecimiento y pueda resistir los efectos del cambio climático.”
La solicitud de nuevos aumentos de facturas llega en un momento peligroso para Thames Water, que está lidiando con deudas de casi £19 mil millones. La empresa está esperando saber la próxima semana si los tribunales aprobarán un rescate de acreedores de £3 mil millones para evitar caer en el régimen de administración especial del gobierno, una forma de renacionalización temporal.
La semana pasada, un juez del Tribunal Superior criticó a Ofwat y al gobierno por no participar en los procedimientos judiciales llevados a cabo para decidir sobre un préstamo de emergencia para la empresa de servicios públicos.
Thames Water argumenta que necesita el efectivo para hacer frente a la infraestructura en decadencia de la empresa. La compañía ha advertido que tiene £18 mil millones en activos envejecidos que representan “un riesgo para la seguridad pública, el suministro de agua y el medio ambiente”.
La mayoría de sus plantas de tratamiento de aguas residuales carecen de suficientes tuberías y tanques para procesar suficiente efluente, según una nueva investigación publicada por el Financial Times esta semana, mientras que miles de hogares del sur de Londres se quedaron sin suministro de agua esta semana.
La empresa también está siendo investigada por Ofwat por retrasarse en más de 100 programas de mejora ambiental que fueron pagados por los clientes durante el último período regulatorio de cinco años y aún no se han entregado, así como por pagar dividendos excesivos en el último año.
Sin embargo, cualquier aumento adicional en las facturas aumentará la presión sobre los clientes. Casi la mitad de los hogares en Inglaterra y Gales tuvieron dificultades para pagar por su agua en los últimos 12 meses, mientras que más del 8 por ciento de los hogares — o 2.5 millones de personas — estaban en mora de pago, según una investigación publicada por Ofwat el mes pasado.
La mayoría de las compañías de agua aún no han declarado si apoyarán las decisiones de Ofwat sobre precios y gastos y tienen solo unos pocos días antes de la fecha límite.
Hasta la fecha, solo las tres compañías de agua cotizadas en bolsa — Severn Trent en las Midlands y su asociada Hafren Dyfrdwy, South West Water y su asociada Sutton and East Surrey Water, y United Utilities en el noroeste de Inglaterra — han aceptado la determinación de Ofwat, además de Dŵr Cymru Welsh Water.
Entre los monopolios regionales, esto deja a la económicamente atribulada Southern Water, además de Northumbrian, Yorkshire, Anglian y Wessex, por declarar sus intenciones.
Las apelaciones a la CMA han sido raras desde la privatización hace 34 años. Sin embargo, cuatro compañías — Anglian, Yorkshire, Northumbrian y Bristol — apelaron al organismo durante las últimas negociaciones regulatorias en 2020 y ganaron.