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La empresa de Warren Buffett, Berkshire Hathaway, redujo sus participaciones en algunos de los mayores bancos de EE. UU. en los últimos tres meses de 2024, ya que el multimillonario inversor vendió miles de millones de dólares en acciones de Bank of America y Citigroup.
El conglomerado vendió casi tres cuartas partes de su posición en Citigroup, vendiendo 40.6 millones de acciones por más de $2.4 mil millones, según una presentación ante los reguladores de valores de EE. UU. publicada el viernes.
Berkshire también continuó vendiendo acciones de BofA, una inversión que se remonta a la crisis financiera cuando Buffett intervino para proporcionar estabilidad a uno de los mayores prestamistas del país.
Berkshire, que poseía un 13 por ciento de las acciones del banco y había sido durante años el mayor accionista del banco, esperó a que BofA y el sistema financiero de EE. UU. superaran la crisis bancaria regional antes de comenzar a reducir su posición. Pero a partir de julio pasado, comenzó a reducir agresivamente su participación, a veces vendiendo acciones en el mercado abierto en sesiones consecutivas de negociación.
La revelación del viernes mostró que Berkshire había reducido su participación en otros 95 millones de acciones desde mediados de octubre, cuando su posición de propiedad cayó por debajo de un umbral del 10 por ciento para informar. Las ventas en las semanas siguientes redujeron la participación de Berkshire en BofA a aproximadamente el 8.9 por ciento.
El grupo con sede en Omaha también redujo su posición en Capital One, otro gran banco de EE. UU., en casi una quinta parte, vendiendo 1.7 millones de acciones del especialista en tarjetas de crédito.
Buffett pasó la mayor parte de 2024 podando el enorme portafolio de acciones de Berkshire, ya que redujo o salió por completo de posiciones. Eso incluyó una de sus operaciones más rentables: su inversión en Apple.
La presentación del viernes indicó que Buffett y sus dos adjuntos de inversión continuaron encontrando pocas apuestas valiosas en el mercado de valores de EE. UU., prefiriendo los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU., que han fortalecido la rentabilidad de Berkshire.
La empresa invirtió en una sola nueva acción en el cuarto trimestre, comprando acciones por valor de $1.2 mil millones del fabricante de cerveza Modelo, Constellation Brands.
Sin embargo, no estaba claro si la inversión en Constellation había sido realizada por Buffett o por uno de sus dos adjuntos de inversión. Los analistas e inversores suelen ver las inversiones de $1 mil millones o menos como apuestas realizadas por Todd Combs o Ted Weschler, los dos hombres que gestionan una parte del portafolio de acciones de $272 mil millones de la empresa.
La salida de Buffett de las acciones bancarias se produce en un momento en que muchos inversores muestran más optimismo sobre el sector de lo que lo han hecho en años, impulsados en parte por las promesas del presidente Donald Trump de reducir la regulación de la industria.
Las acciones de los mayores bancos del país subieron aproximadamente un 40 por ciento en promedio el año pasado, según el Índice Bancario KBW.
Buffett hizo una gran apuesta inicial en BofA con una inversión no solicitada de $5 mil millones en 2011, cuando todavía estaba recuperándose de enormes pérdidas por la adquisición fallida de $40 mil millones de la condenada correduría hipotecaria Countrywide y el rescate de Merrill Lynch.
La inversión fue un gran voto de confianza para el entonces recién nombrado director ejecutivo de BofA, Brian Moynihan, cuyo desempeño aún no había convencido a los inversores de que podía enderezar el banco. “Ha habido muchos vaqueros financieros en la banca”, dijo Buffett en 2022. Moynihan, en su opinión, era uno de los buenos.
Sin embargo, la decisión de BofA de invertir en bonos del Tesoro a largo plazo para fortalecer sus ganancias durante la pandemia salió mal cuando la Reserva Federal comenzó a subir agresivamente las tasas de interés en 2022 y 2023.
La inversión dejó a BofA con cientos de miles de millones de dólares en valores de bajo rendimiento, muchos de los cuales no vencerán hasta 2026 o después. Incapaz de reasignar ese efectivo a inversiones de mayor rendimiento, los retornos de BofA han quedado rezagados recientemente.
Para Citi, la compra de acciones de $3 mil millones por parte de Berkshire en 2022 no ha producido el mismo entusiasmo positivo que lo hizo para BofA.
La directora de Citi, Jane Fraser, después de años rezagada detrás de sus competidores, presentó una gran reestructuración a finales de 2023. A principios del año pasado, Fraser le dijo a los principales ejecutivos del banco que Buffett había transmitido su entusiasmo por su plan.
Citi logró algunos avances en la reducción de costos en 2024, con gastos operativos un 4 por ciento más bajos en comparación con el año anterior, incluida una reducción del 2 por ciento en los gastos de remuneración y beneficios para el personal.
El rendimiento sobre el capital tangible de Citi, una métrica de rentabilidad, fue del 7 por ciento en 2024, frente al 4.9 por ciento en 2023, pero por debajo de sus principales competidores. Citi había fijado como objetivo un 11-12 por ciento para finales de 2026, pero redujo ese rango a 10-11 por ciento en enero.
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