Despite his imposing presence on screen, Perlman is known for his warmth and wit off camera. He has a dry sense of humor and a self-deprecating charm that endears him to fans and colleagues alike. His ability to inhabit larger-than-life characters while also revealing their vulnerability has made him a standout in the industry.
As our conversation comes to an end, Perlman leans back in his chair, the sunlight from the window casting a warm glow on his face. He reflects on his career, his collaborations with talented filmmakers, and the evolution of his craft. “I’ve been fortunate to work with some incredible people and bring these characters to life,” he says. “But at the end of the day, I’m just a guy from Brooklyn who loves what he does.”
And with that, the screen goes dark, leaving behind the memory of a legendary actor, a true artist, and a humble soul who continues to captivate audiences with his talent and presence.
Una vez que terminó el rodaje de Cronos, Perlman organizó una fiesta en Hollywood para del Toro, a la que llama su fiesta “He encontrado a este genio cineasta y quiero que todos lo conozcan porque se convertirá en uno de los grandes”. Hamilton llevó a su entonces pareja James Cameron, lo que inició una amistad duradera entre el director de Avatar y del Toro. Eso significa que Perlman puede ser indirectamente responsable del momento en los premios de la Academia de 1998 cuando Cameron, furioso porque Harvey Weinstein había despedido a del Toro de su segunda película, Mimic, estuvo a punto de golpearlo con el Oscar que acababa de ganar por Titanic. “Todos queríamos darle una paliza a Harvey”, se encoge de hombros Perlman.
Lo más cerca que estuvo fue orinarse en las manos antes de estrechar la mano con el temido productor. Contar esa historia en Twitter en 2018 llevó a Perlman a una disputa con Donald Trump Jr, quien lo acusó de saber sobre el comportamiento depredador de Weinstein y no hacer nada al respecto. “Nunca dije que sabía que Harvey era un violador”, respondió Perlman. “Pero sí sabía que era un imbécil”.
Fue el comienzo de una racha de franqueza que solo ha moderado recientemente. Fue el último de los miembros del elenco de Sons of Anarchy, la serie en la que interpretaba al líder de una pandilla de motociclistas, en unirse a Twitter. “Todos decían, ‘Ron, ¡es divertido!’ No tenía ningún deseo de ejercitar ese músculo hasta la llegada de nuestro 45º, y ahora 47º, presidente. Había crecido en Nueva York, así que sabía todo lo que había que saber sobre ese vendedor de aceite de serpiente estafador. Me sentí tan ofendido al ver a este tipo que te vendería un filete de mala calidad y vodka malo y tierras pantanosas en Nueva Jersey ahora emergiendo en una posición de liderazgo. Y sí, se puso intenso”.
¿Ya estás sudando? … Perlman como Clay Morrow en Sons of Anarchy.
Podrías decir eso. En un momento en 2020, Perlman desafió al senador republicano Ted Cruz a una pelea en línea. El actor seguía provocando a los republicanos el verano pasado, cuando las esperanzas eran altas para que Kamala Harris tomara la presidencia. Tuiteó a Elon Musk: “¡Eh, Elon! ¿Ya estás sudando?”
No estaba solo en creer que las elecciones tendrían un resultado más feliz. ¿Cómo está lidiando con las consecuencias ahora? “Iba a preguntarte”, dice con tristeza. “Todavía es tan imposible de procesar como los incendios en Los Ángeles. Esto tendrá que seguir su curso”.
Está lejos de Hellboy. Pero luego ofrece un destello de esperanza: “Estoy pasando mucho tiempo en secreto trabajando en mi versión de contrarrestar. Si tengo suerte, volveré a ser muy público de nuevo”. ¿Ambiciones políticas? “No. Un contra-movimiento”. Espera, ¿qué? “Si tengo algo que anunciar, vendré a ti, lo juro por Dios. Pero eso es todo lo que diré por ahora, amigo”.
Recuerdo su descripción de Hellboy, y cómo va a salvar el mundo a regañadientes porque es un desastre. Bueno, alguien tiene que hacerlo. ¿Por qué no Ron Perlman?
Day of the Fight se puede ver en el Canal de Cine Icon, y estará en cines a partir del 7 de marzo.