Wolf eventually did play more Van Morrison, but his own musical career was just around the corner. After moving to New York, he formed the J Geils Band, which quickly gained a reputation as a high-energy live act. Wolfâs stage presence was a major factor in the bandâs success, with his manic dancing and charismatic persona captivating audiences. The bandâs breakthrough came with their album “Bloodshot,” which featured the hit single “Give it to Me.”
Throughout his time with the J Geils Band, Wolf continued to draw inspiration from the eclectic mix of artists and characters he encountered. He fondly recalls jamming with Mick Jagger in a New York club and trading stories with Keith Richards over a bottle of tequila. He also reflects on the impact of the punk rock movement, which he initially dismissed but later came to appreciate for its raw energy and DIY ethos.
As the 80s rolled around, the J Geils Band achieved mainstream success with their hits “Freeze-Frame” and “Centerfold.” Wolf found himself thrust into the spotlight, navigating the pressures of fame and the demands of the music industry. Despite the bandâs success, internal tensions eventually led to their breakup, leaving Wolf to pursue a solo career.
Wolfâs solo work allowed him to explore new musical styles and collaborations, including a critically acclaimed album with country legend Merle Haggard. He also delved into acting, appearing in films and TV shows alongside the likes of Tom Hanks and Meryl Streep.
Throughout his career, Wolf has remained true to his roots as a storyteller, drawing on his rich and varied experiences to create music that is deeply personal and emotionally resonant. “Waiting on the Moon” is a testament to his enduring creativity and passion for life, a vibrant tapestry of memories and musings that offers a glimpse into the heart and soul of one of rock’s most enigmatic figures.
“Solo después de hacerse amigo del cantante irlandés un tiempo más tarde, descubrió que las notas estaban escritas por la novia de Morrison y a veces por el propio hombre. ‘Las firmó Mongo Bongo’, dijo Wolf. ‘Todavía las tengo’. Eso fue durante un momento tenso en la vida de Morrison cuando se escondía en Boston para escapar de una serie de problemas legales con su compañía discográfica en Nueva York. ‘Van no tenía absolutamente nada de dinero y se sentía tan perdido’, dijo Wolf. ‘Le proporcioné un refugio’.
Al mismo tiempo, Morrison estaba desarrollando el revolucionario sonido de Astral Weeks, un álbum que se convertiría en un cambio de juego no solo para él sino para la música misma. Por mucho cariño que Wolf traiga a sus descripciones de Morrison, también captura el famoso lado difícil de él, repleto de arrebatos aleatorios y negativas de último minuto a subir al escenario. En lugar de etiquetarlo como difícil, sin embargo, Wolf lo ve como ‘melancólico’. ‘Van no soporta la tontería’, dijo.
La tolerancia que Wolf tenía para tales cosas resultaría útil cuando conoció a su futura esposa, Faye Dunaway, otra artista conocida por sus cambios de humor rápidos. Un amigo en común los presentó después de un espectáculo de J Geils en 1972. Para ese entonces, ella se había convertido en una estrella gigantesca, habiendo logrado un avance cinco años antes con su papel en Bonnie and Clyde. En contraste, la banda de Wolf atraía a una multitud de seguidores. Tan marcado como era el desequilibrio de poder entre ellos, Wolf recordó los años 70 como una época ‘cuando todas las estrellas de cine querían ser roqueros, y todos los roqueros querían ser estrellas de cine’.
Además, Dunaway era una gran fanática de Otis Redding y le encantaba pasar el rato con la banda y el equipo, independientemente de sus circunstancias a veces precarias. Ayudaba que pudiera beber a todos bajo la mesa. ‘Realmente era dos personas’, dijo Wolf. ‘Estaba Dorothy Faye [su nombre de nacimiento], que era esta dulce chica sureña, y Faye Dunaway, esta actriz muy culta’.
El libro narra sus cambios de humor sin juicio, pero en un nuevo documental sobre la estrella, ella misma reflexiona frente a la cámara sobre la posibilidad de que pueda ser bipolar. ‘Ese término no existía cuando estábamos casados’, dijo Wolf. ‘Pero cuando las personas son agraciadas con un don artístico, hay cosas que vienen con eso. Tal vez solo tengo el don de poder lidiar con esas cosas’.
Sin embargo, incluso él pudo llegar a un punto de quiebre, como el momento durante el rodaje de Chinatown en 1974 cuando Dunaway y su coprotagonista Jack Nicholson se reunieron para hablar sobre la película, con Wolf a cuestas. En un momento dado, las estrellas de cine se disculparon para subir al piso de arriba para lo que Wolf finalmente se dio cuenta de que era una cita improvisada. Aunque eso no lo hizo feliz en ese momento, ahora aconseja a los lectores que consideren ‘la época en la que esto estaba sucediendo. El clima era propicio para eso’.
Poco después, tras la explosión resultante, los dos se reconciliaron y, de la nada, Dunaway le propuso matrimonio. Tan emocionante como fue su posterior matrimonio, estuvo lejos de ser estable. Varios años después, Dunaway lo dejó por el fotógrafo Terry O’Neill.
Mientras tanto, la banda de Wolf continuó funcionando comercialmente, a pesar de la montaña de respeto crítico que habían acumulado. Las canciones que J Geils cortó en los años 70, capturadas de manera más incisiva en su álbum en vivo Full House, forjaron una marca totalmente nueva de R&B, impulsada por el poder del hard rock y entregada a la velocidad de un tren desbocado. Sin embargo, su contrato con Atlantic Records era tan gravoso que los beneficios eran casi imposibles de realizar. Su cambio no ocurrió hasta que se mudaron a EMI Records a principios de los años 80, lo que resultó en un álbum número 1 para Freeze-Frame. Con esa victoria llegó una invitación para abrir un tour de los Stones que también contó con las primeras apariciones en estadios de un joven Prince. Sorprendentemente, el príncipe púrpura a menudo era abucheado del escenario. ‘No fue una cuestión racial’, dijo Wolf. ‘Era solo que ver a Prince cantar canciones como Jerk U Off con un abrigo largo era demasiado extravagante para el genérico fan de rock AOR de la época’.
Aunque J Geils cayó bien con esa multitud, su éxito hizo que la mayoría de los miembros de la banda quisieran inclinarse más hacia el sonido pulido y basado en sintetizadores que les dio éxitos. Por el contrario, Wolf quería usar su nueva exposición para llevar al público de regreso a su sonido central de R&B. En un callejón sin salida, la banda lo despidió sin ceremonias en 1983.
En los años posteriores, Wolf ha lanzado ocho álbumes en solitario, todos los cuales equilibran finamente su estilo de R&B original con letras más maduras y conmovedoras. (Actualmente está en proceso de grabar un nuevo álbum en solitario). Llevó esa misma perspectiva madura a su libro. Si las anécdotas que ofrece a lo largo del camino a menudo superan los detalles personales que revela, el resultado final hace un poderoso punto: a veces la historia de quiénes somos puede contarse mejor por las cosas que amamos. ‘El trabajo de todas esas personas que tanto he admirado ha definido gran parte de mi vida’, dijo Wolf. ‘Porque tuve la suerte de pasar tantos momentos privados con ellos, mi misión era ser un observador y compartir todo lo que tuve la oportunidad de ver’.” Hello! How can I assist you today?