Es la primera noche del Rodeo en Houston, Texas, generalmente un evento imperdible en la ciudad. Pero reunidos en un pub irlandés en las afueras de la ciudad hay un grupo de jóvenes republicanos que no quieren perderse el discurso del presidente Donald Trump ante el Congreso. Unos doce miembros del partido se han amontonado en la sala trasera del pub mientras Fox News resuena en las pantallas de televisión circundantes. La gente ha salido vistiendo rojo, blanco y azul, con pines de bandera y bufandas para complementar. Antes de que comenzara el discurso, los miembros del club me dijeron lo emocionados que estaban de escuchar las propuestas políticas de Trump. Si tuvieran que darle una calificación en los primeros 44 días en el cargo, sería un “A+” unánime. “Ya ha superado todas las expectativas”, me dijo una persona. Mientras el Presidente se dirigía al podio, la charla del grupo se detuvo, pero los vítores y las risas no. Luciendo una gorra de béisbol Trump-Vance, Evan Howard, de 26 años, levantó su vaso cada vez que el Presidente decía algo con lo que estaba de acuerdo. Y eso fue mucho. “Va a acabar con el crimen y será duro con los cárteles. Detendrá mucha sangre estadounidense”, dijo. Pero Evan reconoció que, a los 44 días, no está sintiendo el beneficio de que el Presidente Trump esté de vuelta en el cargo. Al menos, no todavía, y está feliz de esperar. “No estoy mucho mejor, para ser honesto, pero me gusta lo que está haciendo”, dijo Evan. “Veo el trabajo que se está haciendo y entiendo que algunos de estos cambios que está implementando no se llevarán a cabo de inmediato, y que veremos sus efectos en el futuro.” Sentada frente a Evan estaba Brittany, que fue mucho menos expresiva durante todo el evento que el resto de la mesa. Una mujer negra de 31 años, ella es nueva en el Partido Republicano. “Creo que lo hizo genial. Pensé que fue un mensaje muy unificador”, dijo. “Señaló muchas cosas que los demócratas, con los que solía sentirme realmente conectada en un momento, no han logrado presionar”. “[Los demócratas] tienden a abogar por ciertas cosas que realmente no se aplican a los estadounidenses en su conjunto. Los estadounidenses están luchando. Tienes problemas con el crimen, gente perdiendo sus hogares, gente quedándose sin hogar. Y los liberales quieren hablar de pronombres.” Menciones de pronombres, género y “despertar” generaron muchos aplausos y ovaciones de la multitud la noche del martes. Los abucheos llegaron cada vez que las cámaras se dirigían a Nancy Pelosi, o a los demócratas que sostenían pancartas en la multitud, o a cualquier legislador que parecía adormecido en la multitud. En su discurso de réplica solemne al Congreso, la senadora demócrata Elissa Slotkin advirtió que la democracia de EE.UU. estaba “en riesgo”. “Está en riesgo cuando el presidente decide que puedes elegir qué reglas quieres seguir, cuando ignora las órdenes judiciales y la constitución misma, o cuando los líderes electos se quedan de brazos cruzados y simplemente dejan que suceda”, dijo. También apuntó al hombre más rico del mundo, Elon Musk, a quien acusó de revisar la información privada de los estadounidenses con un “grupo de veinteañeros” de su equipo de la Casa Blanca conocido como Doge. Pero los comentarios de Slotkin parecen haber tenido poco efecto en los republicanos reunidos en el bar de Texas. ¿La única retroalimentación para el presidente Trump esta noche? Quizás hablar un poco menos de Joe Biden. Pero por lo demás, el mensaje de despedida de este grupo es: promesas hechas y promesas cumplidas.