Varias organizaciones artísticas están demandando al National Endowment for the Arts (NEA) por sus nuevos requisitos tras la orden ejecutiva de Donald Trump que prohíbe el uso de fondos federales para la promoción de la “ideología de género”.
Los grupos, que buscan financiamiento para proyectos que apoyan el arte sobre personas transgénero y no binarias, dicen que de hecho se les ha bloqueado inconstitucionalmente la posibilidad de recibir subvenciones de la agencia que fue creada para promover la excelencia artística, a pesar de haber recibido fondos para proyectos similares en el pasado.
“Dado que buscan afirmar identidades y experiencias transgénero y no binarias en los proyectos para los que buscan financiamiento, los demandantes están efectivamente excluidos por la certificación y prohibición de ‘ideología de género’ de recibir subvenciones de la NEA por motivos de mérito artístico y excelencia”, dice la demanda presentada el jueves.
Continúa diciendo que la prohibición de ideología de género de la NEA va en contra de la ley que rige la agencia y “viola la primera y quinta enmienda al imponer una restricción vaga y basada en puntos de vista sobre la libertad de expresión de los artistas”.
La demanda argumenta que el Congreso ya dejó claro al crear la NEA que el único criterio para juzgar las solicitudes era “excelencia artística y mérito artístico”.
Los grupos están siendo representados en la litigación por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).
“Este silenciamiento de la expresión artística ha tenido un efecto dominó en todo el mundo del arte, desde Broadway hasta los centros de arte comunitarios”, dijo Vera Eidelman, abogada principal de la ACLU, en un comunicado. “Las subvenciones de la NEA deben tratar de una sola cosa: la excelencia artística.
Durante su primer día en el cargo, Trump emitió una orden ejecutiva que establece que los fondos federales “no deben usarse para promover la ideología de género”. La orden lleva por título “Defender a las mujeres del extremismo de la ideología de género y restaurar la verdad biológica en el Gobierno Federal”.
Los retrocesos de la administración Trump en los derechos LGBTQ+ han afectado enormemente al mundo del arte. El mes pasado, Trump se nombró a sí mismo presidente del John F. Kennedy Center for the Performing Arts en Washington DC después de acusarlo de organizar espectáculos de drag que “apuntan específicamente a nuestra juventud”.