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Donald Trump ha tomado medidas para restringir el grupo de trabajo de reducción de costos de Elon Musk, ordenando a su gabinete asegurar que los empleados civiles “más productivos” estén exentos de los despidos masivos que han causado estragos en todo Estados Unidos.
En una reunión en la Casa Blanca el jueves a la que asistieron secretarios de estado y Musk, el presidente insinuó que el llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental del multimillonario podría haber sido demasiado indiscriminado en sus despidos masivos de empleados federales.
Trump publicó en Truth Social poco después de que terminara la reunión: “A medida que los secretarios aprenden sobre, y entienden, a las personas que trabajan para los diversos departamentos, pueden ser muy precisos en cuanto a quién permanecerá y quién se irá. Decimos ‘el bisturí’ en lugar del ‘hacha'”.
Los comentarios del presidente se producen en medio de una creciente inquietud entre los legisladores republicanos y los miembros del gabinete sobre la velocidad y amplitud de los despidos de Doge, que han afectado al menos a 20,000 empleados federales, entre ellos veteranos e investigadores del cáncer.
“Es muy importante que reduzcamos los niveles a donde deberían estar, pero también es importante mantener a las personas mejores y más productivas”, escribió Trump en su publicación. “Vamos a tener estas reuniones cada dos semanas hasta que ese aspecto de este trabajo muy necesario esté hecho”.
Hablando con los reporteros en la Casa Blanca el jueves por la tarde, Trump fue más allá: “No quiero ver un gran recorte donde se corten a muchas personas buenas… Quiero que los miembros del gabinete vayan primero, mantengan a todas las personas que quieran, a todas las personas que necesiten”.
La publicación de Trump hizo eco de comentarios de la congresista republicana de Nueva York, Nicole Malliotakis, el mes pasado, en los que instó a Doge a usar un “bisturí no un martillo” al identificar ahorros “para evitar consecuencias no deseadas y ansiedad innecesaria”.
El líder de la mayoría del Senado, John Thune, esta semana dijo que los despidos “deben hacerse de manera respetuosa”, mientras que varios de sus colegas republicanos han criticado suavemente los recortes propuestos a la investigación científica, el gasto en ayuda estadounidense y la eliminación de agentes del FBI.
En respuesta a las preocupaciones, Musk acordó el miércoles proporcionar su número de teléfono personal a algunos senadores republicanos para que llamen y señalen recortes problemáticos, según algunos que estuvieron en la sala.
El presidente de la Cámara, Mike Johnson, aconsejó a los miembros republicanos del Congreso que no realicen reuniones en persona en sus distritos, después de que varios legisladores fueran objeto de fuertes protestas por los recortes de Doge en asambleas públicas en Georgia, Texas y Kansas, entre otros estados.
A principios de esta semana, la administración Trump aclaró discretamente una directiva que provocó los despidos, afirmando que dependía de las agencias determinar si despedir empleados.
La semana pasada, un juez federal prohibió a la Oficina de Administración de Personal del gobierno de EE. UU. – un vehículo clave para el proyecto Doge de Musk – despedir a trabajadores en período de prueba en departamentos específicos, aclarando que la oficina “no tiene absolutamente ninguna autoridad en virtud de ninguna ley en la historia del universo para contratar y despedir empleados en otra agencia”.
Algunos empleados en período de prueba despedidos de la Fundación Nacional de Ciencias el mes pasado comenzaron a ser recontratados el lunes, dijo la agencia. El gobierno de EE. UU. también se vio obligado el mes pasado a recontratar empleados en la Administración Nacional de Seguridad Nuclear.