El líder supremo de Irán denunció los “gobiernos matones” y se mostró molesto el sábado ante la idea de negociar sobre el programa nuclear del país con Estados Unidos en una aparente respuesta a una carta enviada por el Presidente Trump a principios de semana.
El Ayatolá Ali Khamenei, el líder, abordó indirectamente la sugerencia de Trump de que Irán negocie sobre su programa nuclear en rápido avance o enfrente una posible acción militar, mientras hablaba en una reunión con funcionarios del gobierno y militares para el Ramadán. Aunque no mencionó explícitamente la carta, Trump o incluso Estados Unidos por su nombre, estaba claro que hablaba sobre el reciente gesto de Washington.
“Algunos gobiernos matones insisten en negociaciones no para resolver problemas sino para imponer”, dijo el Sr. Khamenei, según los medios estatales. Agregó que “la negociación es un camino para que planteen nuevas demandas, no es solo sobre temas nucleares, están haciendo nuevas demandas que definitivamente no serán aceptadas por Irán”.
Hablando el viernes en la Oficina Oval, Trump sugirió que las capacidades nucleares de Irán, que ahora incluyen suficiente combustible casi de grado de bomba para producir unas seis armas, estaban alcanzando un punto crítico. Dijo que había ofrecido al país la oportunidad de negociar o arriesgarse a perder su programa en un ataque militar.
La Casa Blanca no proporcionó detalles sobre el contenido de la carta de Trump, que el presidente dijo que envió el miércoles.
Los funcionarios iraníes están actualmente en desacuerdo sobre si el país debería negociar sobre el programa. Mientras que el ayatolá denunció la oferta de Trump, otros líderes moderados y reformistas han hablado a favor de abrir negociaciones, incluido el presidente Masoud Pezeshkian, que asumió el cargo el año pasado. Sin embargo, en última instancia, el Sr. Khamenei, quien ha dicho durante mucho tiempo que Irán no puede confiar en Estados Unidos, tiene la última palabra.
El acuerdo nuclear de 2015 negociado por el presidente Barack Obama había sido efectivo, según los funcionarios. Irán había enviado casi todo su stock de combustible nuclear fuera del país, y los inspectores internacionales dijeron que los iraníes estaban cumpliendo con las estrictas restricciones sobre la nueva producción de combustible nuclear.
Pero Trump, que había criticado repetidamente el acuerdo, se retiró del acuerdo nuclear con Irán durante su primer mandato y volvió a imponer duras sanciones económicas al país, apostando a que Teherán respondería suplicando un nuevo acuerdo más ventajoso para Estados Unidos.
Irán no regresó a la mesa de negociaciones, y ahora el programa ha alcanzado un momento crítico, dicen los expertos.
Trump también potencialmente socavó su propuesta al deshacer dos programas estadounidenses que durante décadas han trabajado para exponer los programas de bomba atómica de Irán. Uno de los programas ha sido restaurado desde entonces, pero los expertos se preocupan de que los trastornos afecten la lucha mundial para contener la proliferación nuclear.
Farnaz Fassihi contribuyó con este reportaje.