Un nuevo informe revela que $41 millones en asignaciones estatales “no fueron adecuadamente restringidas y en algunos casos se mezclaron con otros fondos” en la Universidad Estatal de Oklahoma en violación de las leyes y políticas estatales, según una auditoría interna obtenida por medios de comunicación en el estado.
La auditoría, realizada por una oficina de la Junta de Regentes de las Universidades Agrícolas y Mecánicas de Oklahoma, que supervisa la Universidad Estatal de Oklahoma y otras instituciones públicas, encontró “importantes problemas en la asignación y gestión de fondos asignados legislativamente” en OSU.
El informe encontró ejemplos de transferencias inapropiadas de dichos fondos, incluidos $11.5 millones destinados a programas aeroespaciales, de salud y politécnicos que fueron dirigidos a la Fundación de Innovación de OSU en lugar de aprobación por parte de los regentes.
“Como resultado, algunos fondos asignados por el estado se utilizaron para fines no autorizados y no relacionados, y no fueron retenidos en su totalidad por OSU, el destinatario previsto”, encontró la auditoría.
Un portavoz de la universidad le dijo al Tulsa World que “aunque las decisiones financieras y transacciones que ocurrieron son preocupantes, fueron casos aislados y no afectan la base financiera general de OSU”.
La auditoría también instó a la Universidad Estatal de Oklahoma a mejorar la supervisión financiera y la transparencia.
Aunque la auditoría no mencionó a la ex presidenta Kayse Shrum, quien renunció abruptamente sin explicación el mes pasado, indicó que la presunta malversación ocurrió durante su administración. Shrum no parecía haber sido entrevistada como parte de la auditoría, según una lista de personas que fueron contactadas como parte de la investigación sobre el uso de fondos asignados.