Otro mes, otro desarrollo revolucionario de inteligencia artificial generativa que aparentemente alterará fundamentalmente cómo opera toda una industria. Esta vez, el gigante tecnológico Microsoft ha creado una herramienta de “ideación de jugabilidad”, Muse, que llama el primer Modelo Mundial y de Acción Humana, o Wham. Microsoft afirma que Muse acelerará el largo y costoso proceso de desarrollo de juegos al permitir a los diseñadores experimentar con videos de jugabilidad generados por IA para ver qué funciona.
Muse está entrenado con datos de jugabilidad del juego Bleeding Edge del estudio británico Ninja Theory. Ha absorbido decenas de miles de horas de jugabilidad real de personas, tanto imágenes como entradas de controlador. Ahora puede generar clips de jugabilidad simulados con precisión para ese juego, que se pueden editar y adaptar con indicaciones.
Hasta aquí todo bien, pero en un video de presentación de Muse, el CEO de Microsoft Gaming, Phil Spencer, causó confusión cuando dijo que podría ser invaluable para la preservación de juegos clásicos: los modelos de IA, insinuó, podrían “aprender” esos juegos y emularlos en hardware moderno. No está claro cómo sería posible esto. Añadiendo más confusión, el CEO general de Microsoft, Satya Nadella, luego insinuó en una entrevista de podcast que Muse era el primer paso para crear un “catálogo” de juegos generados por IA.
Pero Muse, tal como está, no puede crear un juego, solo puede crear videos ficticios de un juego. ¿Entonces qué es esta nueva herramienta de IA para juegos? ¿Una adición sofisticada a las herramientas de los desarrolladores de juegos? ¿O el primer paso hacia una era de desechos de juegos generados por IA?
La idea es que los diseñadores (o incluso los jugadores) puedan probar ideas con Muse sin pasar horas (o días) en un motor de juego implementando algo que podría no sentirse bien o ni siquiera funcionar. Si un diseñador quiere ver cómo se vería, por ejemplo, un power-up en el juego, podría generar un video simulado que muestre cómo se vería eso, con la IA rellenando los espacios en blanco.
“Los motores de juego son cosas complicadas y desordenadas y lleva mucho tiempo simular cosas, no están diseñados para eso”, comenta Julian Tongelius, profesor asociado de informática e ingeniería en la Escuela de Ingeniería Tandon de la Universidad de Nueva York. “[Trabajar con] una simulación del juego puede ser mucho más fácil y rápido. Las oportunidades que se abren con este tipo de estudio son bastante grandes, pero las limitaciones también son reales.”
Las simulaciones de jugabilidad generadas por IA no son totalmente nuevas: el proyecto GameNGen de Google creó una versión jugable de Doom que se ejecutaba sin un motor de juego en 2024. Pero el problema siempre ha sido la consistencia. La simulación de Doom de Google funcionaba bien al principio, pero cuanto más tiempo jugabas, más la IA “soñaba” elementos del juego que no eran precisos. Esto es lo que Microsoft afirma haber solucionado con Muse, pero viene con una advertencia masiva.
“Este modelo en particular está entrenado en 500,000 sesiones de juego, por lo que probablemente alrededor de 100,000 horas de juego. Pero solo funciona porque tienes tantos datos. Si te alejas mucho de lo que se ha registrado, las simulaciones generalmente dejan de comportarse bien”, explica Tongelius.
Microsoft ha declarado que ya está utilizando Muse para desarrollar modelos de IA jugables en tiempo real entrenados en sus otros juegos de primera parte. Pero si bien Muse es genial para juegos de servicio en vivo como Bleeding Edge, con acceso a miles de horas de juego en vivo, para juegos más pequeños y títulos para un solo jugador, sería un esfuerzo monumental y probablemente inútil entrenar un modelo de IA generativo en cada juego específico.
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“Es un desafío técnico increíble que han superado, pero de alguna manera siento que están pasando por su momento Zoom: un producto que llega a un mercado que realmente no tiene un propósito”, dice Ken Noland, el veterano diseñador de juegos y autodeclarado realista de IA que dirige AI Guys, una empresa de co-desarrollo enfocada en IA. “La tecnología es genial, y no me malinterpretes, la generación de video no es algo fácil de hacer… Simplemente no veo a quién está dirigido. Los desarrolladores de juegos no podrán usarlo para una producción rápida porque en realidad, aparte de visualizar una cosa en particular, no aborda ningún problema subyacente en el desarrollo de juegos.”
En última instancia, parece haber una desconexión entre los comentarios de Spencer y Nadella y lo que hace Muse en este momento. A menos que algo cambie significativamente, no parece capaz de crear simulaciones jugables de juegos clásicos, e incluso no crea juegos generados por IA completamente “nuevos”. Ni siquiera está claro cómo los videos generados por Muse podrían traducirse en jugabilidad real.
Los videojuegos generados por IA pueden estar en el horizonte. Google lanzó silenciosamente Genie 2 hace unos meses, que es capaz de generar “mundos jugables”, pero eso no es lo que hace Muse, al menos por ahora. “Elegiré interpretar de manera amable lo que dijo Satya como visiones de lo que podría hacerse en el futuro”, dice Tongelius. “Es totalmente posible que lleguemos a alguna versión de eso, pero no está a la vuelta de la esquina. Lo que Microsoft ha hecho en este documento es una piedra fundamental.”