La oposición de centro-derecha de Groenlandia ha ganado una sorprendente victoria en las elecciones generales, en una votación dominada por la independencia y la promesa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de tomar el control del territorio semiautónomo. El partido Demokraatit de centro-derecha, que favorece un enfoque gradual hacia la independencia de Dinamarca, obtuvo alrededor del 30% de los votos, según muestran los resultados casi completos. “Groenlandia nos necesita para estar unidos en un momento de gran interés externo”, dijo el líder del partido, Jens Frederik Nielsen, a los medios locales. “Hay necesidad de unidad, así que entraremos en negociaciones con todos.” Su partido ahora tendrá que negociar con otros partidos para formar una coalición. Groenlandia, la isla más grande del mundo, entre los océanos Ártico y Atlántico, ha estado controlada por Dinamarca, a casi 3,000 km de distancia, durante unos 300 años. Groenlandia gobierna sus propios asuntos internos, pero las decisiones sobre política exterior y de defensa se toman en Copenhague. Cinco de los seis principales partidos en las elecciones favorecen la independencia de Copenhague, pero no están de acuerdo sobre el ritmo con el que alcanzarla. El partido Demócrata, cuyo voto aumentó en más del 20% en 2021, es considerado un partido moderado en cuanto a la independencia. Otro partido de oposición, Naleraq, que busca iniciar inmediatamente el proceso de independencia y forjar lazos más estrechos con Estados Unidos, estaba en camino de obtener el segundo lugar con casi una cuarta parte de los votos. Los dos partidos gobernantes actuales, Inuit Ataqatigiit (IA) y Siumut, se dirigen al tercer y cuarto lugar, marcando una sorpresa para el primer ministro Mute B Egede. Unos 44,000 groenlandeses de una población de 57,000 eran elegibles para emitir sus votos para elegir a 31 diputados, así como al gobierno local. Seis partidos estaban en la papeleta. La votación tuvo lugar en 72 centros de votación dispersos por toda la vasta isla. La ubicación estratégica y los recursos minerales sin explotar de Groenlandia han llamado la atención de Trump. Primero mencionó la idea de comprar la isla durante su primer mandato en 2019. Desde que asumió el cargo nuevamente en enero, Trump ha reiterado su intención de adquirir el territorio. “Necesitamos Groenlandia para la seguridad nacional. De una forma u otra, la vamos a conseguir”, dijo durante su discurso al Congreso de Estados Unidos la semana pasada. Los líderes de Groenlandia y Dinamarca han rechazado repetidamente sus demandas. Egede ha dejado claro que Groenlandia no está en venta y merece ser “tratada con respeto”.