Rector de St. Andrews despojado de roles por comentarios sobre Gaza

La Universidad de St. Andrews en el Reino Unido ha despojado a su rectora de su papel en su órgano de gobierno, el Tribunal Universitario, después de que ella escribiera una carta abierta acusando a Israel de “apartheid” y “ataques genocidas”. Elegida por los estudiantes, la rectora representa a los estudiantes en el Tribunal Universitario, donde también es presidenta.

Stella Maris también fue removida como fideicomisaria después de escribir una carta a los 10.000 estudiantes de la universidad condenando los ataques israelíes en Gaza como “crímenes de guerra”, lo cual una investigación independiente encontró que provocó “ansiedad y miedo” entre los estudiantes judíos.

La carta, escrita en noviembre de 2023, un mes después del inicio del mandato de Maris, también pedía un alto el fuego inmediato.

El Tribunal Universitario—el órgano de gobierno de la universidad—tomó la decisión unánime de remover a Maris después de que “rechazara repetidamente” aceptar que había hecho que algunos estudiantes “temieran por su seguridad”, pero dijo que mantendrá su rol como rectora hasta que su mandato termine en octubre de 2026.

La investigación independiente concluye que Maris “no actuó en interés de la universidad” y añadió que en sus publicaciones en redes sociales subsecuentes parecía “haber cerrado los ojos a la angustia y haber perdido de vista las responsabilidades que la rectora tiene con todos los estudiantes”.

Encontró que si bien la declaración emitida por Maris no era antisemita, “podría haber generado sentimientos antisemitas”.

Sin embargo, la investigación señala que despedirla por completo sería “desproporcionado”, aceptando que Maris había reconocido que este era un tema divisivo y el sufrimiento del pueblo judío tras los ataques del 7 de octubre. “[La carta] aumentó la división dentro de la universidad, pero sería injusto atribuir esa división en su totalidad a la Sra. Maris y a la declaración”, dice el informe.

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Maris ha dicho que apelará la decisión y dijo que “muestra una falta de respeto por el papel del rector al hablar de forma independiente en nombre de los estudiantes como su representante electa” y “establece un peligroso precedente para la libertad de expresión en la educación superior”.

“Está claro que me han sacado del Tribunal Universitario porque pedí el fin de los crímenes de guerra de Israel contra los palestinos, y no me disculparé por hacerlo. Como una mujer negra joven y neurodiversa con recursos financieros limitados, he enfrentado toda la fuerza de la universidad, incluida una investigación de KC [Kings Counsel], todo porque hice una declaración apoyada por la abrumadora mayoría de los estudiantes, pidiendo el fin de un genocidio”, dijo.

Ray Perman, presidente del Tribunal Universitario, dijo que después de “extensos intentos de diálogo”, el tribunal ha concluido que Maris estaba “en grave y persistente incumplimiento de sus responsabilidades y ya no puede actuar como presidenta”.

“Según la ley de caridad y el Código Escocés de Buena Gobernanza de la Educación Superior, lamentablemente, [el] tribunal no tiene otra opción que destituir a Stella Maris de dos de los roles administrativos que tradicionalmente están asociados con ser rectora de una universidad”, dijo.

El conflicto en Medio Oriente ha provocado reacciones adversas entre los estudiantes, con protestas teniendo lugar en universidades, incluidos manifestantes que piden un alto el fuego y la desinversión en Israel. Sin embargo, las universidades del Reino Unido parecen haber logrado un avance después de meses de disturbios en el campus, luego de que una decisión judicial respaldara el derecho de la Universidad de Birmingham a poner fin a los campamentos.

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Dame Sally Mapstone, directora de St Andrews, dijo: “Podemos discrepar apasionadamente sobre los temas más difíciles, pero siempre debe ser con cortesía y respeto por aquellos cuyas opiniones pueden diferir de las nuestras.”

“Creo que todos podemos aprender de lo que ha sucedido en los últimos meses y que los valores de escucha, tolerancia y respeto se volverán aún más importantes para nuestra comunidad universitaria.”