¡Sanguijuelas! ¡Ugh! Famosas por su papel en la medicina medieval, a menudo son despreciadas como repulsivos parásitos sedientos de sangre. Así que imagina mi sorpresa y curiosidad morbosa cuando me topé con un artículo que añadía perspectiva a su mundo y calmaba algunos de mis miedos irracionales.
Sorprendentemente, las sanguijuelas me recordaron algo muy diferente: a mí misma. Cuando tengo antojo, como de chocolate, corro a la tienda. De manera similar, cuando motivadas por su deseo de sangre, las sanguijuelas son “provocadas [a] actos de asombrosa atletismo”, saltando por el aire, para luego caer al suelo de manera cómica. Añadiendo aún más intriga, el video incluía imágenes revolucionarias que ponían fin al debate de siglos sobre si el salto de sanguijuelas era posible. El hallazgo envió ondas a lo largo de la comunidad de investigación de sanguijuelas y me causó escalofríos.
Como con muchas cosas en la vida, entre más sabes sobre algo, menos miedo te da. El artículo ayudó a disipar algo de mi miedo y asco, presentando a las sanguijuelas como seres motivados por la comida (¡como yo!), y con comportamientos divertidos. El artículo cambió mi percepción de las sanguijuelas de ser material de pesadillas a ser criaturas pequeñas fascinantes.
No me malinterpreten, aunque las sanguijuelas son infinitamente cautivadoras, siendo que, para ellas, soy una bolsa de sangre sabrosa que camina, no quiero que se den un festín conmigo en un bosque tropical. Me quedaré viéndolas desde lejos, detrás de una pantalla, y preferiblemente mientras muerdo una barra de chocolate.