Tras la salida de un destacado exmiembro y la posterior hemorragia de apoyo, el partido de extrema izquierda de Alemania, Die Linke (La Izquierda), está luchando por su supervivencia justo un año antes de las elecciones generales, según dijo la dirección del partido el sábado.
“Die Linke se encuentra sin duda en una peligrosa situación existencial”, dijo la dirección en su principal propuesta para el próximo congreso del partido en la ciudad oriental de Halle en octubre.
En las últimas elecciones al parlamento en 2021, Die Linke solo obtuvo el 4,9% de los votos, por debajo del 5% necesario habitualmente para ingresar en la cámara. El partido solo logró obtener escaños gracias a una regla especial que favorece a los partidos minoritarios que ganan mandatos directos: Con tres mandatos directos, se le permitió formar una facción.
Después de que la antigua gran dama del partido, Sahra Wagenknecht, se marchara y fundara su propio partido, la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), Die Linke ha estado rondando el 3% en las encuestas desde hace algún tiempo. A principios de junio, obtuvo apenas un 2,7% en las elecciones europeas.
La decisión de Wagenknecht de abandonar el partido se debió en parte a sus repetidos enfrentamientos con otros miembros de Die Linke por sus opiniones antiinmigrantes.
El cuerpo directivo del partido adoptó la propuesta en Berlín sobre la amenaza a su existencia. Añadieron que a partir del congreso del partido y con las elecciones al Bundestag en 2025, quieren llevar al partido por un nuevo camino y hacerlo exitoso nuevamente.
Los comités de liderazgo de los partidos utilizan propuestas principales para presentar propuestas sobre temas centrales y la dirección del partido. Estas se votan en los congresos del partido. Una propuesta principal aceptada muestra cómo se posiciona el partido en su conjunto sobre ciertos temas.
El liderazgo del partido admitió en su propuesta principal: “Muchos, que durante mucho tiempo depositaron su confianza en nosotros y votaron por nosotros, tienen la impresión: Están preocupados por ustedes mismos, no están ahí para nosotros. Aceptamos esta crítica”.
El liderazgo agregó que Die Linke no ha logrado llevar eficazmente el tema de la distribución entre la cúspide y la base de la sociedad a la agenda pública y comprender la insatisfacción con la coalición gubernamental de centro-izquierda desde la izquierda.
Juntos, quieren convertir la crisis en un punto de inflexión hacia un partido de izquierda más fuerte y poderoso. Para ello, Die Linke necesita reorganizarse estratégicamente, dijo el liderazgo.
En la propuesta, el liderazgo explicó por qué, desde su perspectiva, es “urgente” contar con un fuerte Die Linke en lo que respecta a la política social, migratoria y exterior.
El partido dijo que se opone a la falsa narrativa que convierte a los migrantes en chivos expiatorios de los recortes sociales e inseguridad social.
“En cambio, señalamos la distribución profundamente injusta entre la cúspide y la base y las verdaderas razones de la inseguridad cotidiana, la erosión de los servicios públicos”, afirmaron.
El objetivo es volver a ingresar en el Bundestag con una facción en las próximas elecciones al Bundestag.
Todavía no está claro si los dos líderes del partido, Janine Wissler y Martin Schirdewan, quieren postularse nuevamente para el cargo de liderazgo en el congreso del partido.
Tras el pobre desempeño en las elecciones europeas, Schirdewan insinuó que está considerando renunciar.
Los antiguos líderes de facción Gregor Gysi y Dietmar Bartsch han pedido una “renovación estructural, política y de personal”.