Durante su emocionante convención, el Partido Demócrata se rebrandeó. Era imposible no notar el mar de banderas estadounidenses, que todos agitaban periódicamente al unísono, o los fuertes cánticos de “¡USA! ¡USA!”
Era imposible no notar los frecuentes elogios a la LIBERTAD y los carteles en la audiencia con la palabra LIBERTAD en letras grandes.
Como escribió el brillante escritor Anand Girihadaras en su blog “The Ink”, los Demócratas recuperaron cinco palabras que habían sido apropiadas por los Republicanos:
Libertad. Patriotismo. Familia. Masculinidad. Normalidad.
El Gobernador Tim Walz fue una figura clave al ejemplificar estas palabras. Un hombre animado por el amor a la familia. Un entrenador. Un cazador (que apoya el control de armas sensato). Miembro de la Guardia Nacional durante 24 años. Un tipo.
Kamala Harris, Walz y otros se enfocaron en la Libertad: la libertad de tomar decisiones sobre tu propia salud, la libertad que viene de saber que tu hijo no será asesinado en la escuela, la libertad de poder pagar una casa, la libertad de votar. Walz dijo, en más de una ocasión, que el gobierno no debería entrometerse en la oficina de tu médico o en tu dormitorio. Invocó repetidamente lo que describió como una virtud de pueblo pequeño: “Ocúpate de tus propios asuntos”.
Harris y Walz deliberadamente arrebataron esas palabras a los Republicanos y las reclamaron como propias.
Al mismo tiempo, criticaron duramente a Trump por su afinidad por los tiranos, como Putin. En su muestra de dignidad y patriotismo, contrastaron su partido con los desvaríos descontrolados y los insultos personales infantiles de Trump. Enfatizaron la importancia de decir la verdad, mientras Trump tuiteaba que la próxima ronda de una administración Trump “sería genial para las mujeres y los derechos reproductivos”.
Y mostraron ALEGRÍA, al reír y bailar en los pasillos. El contraste fue especialmente marcado durante la votación de los estados en el rollo de llamada: los Republicanos anunciaron sus votos con un aplauso educado; los Demócratas anunciaron sus votos con música, baile y luces intermitentes. Harris irradiaba alegría, con su sonrisa vivaz y su risa celebrada. Trump evocaba miedo, imágenes aterradoras de una nación en declive, división. ¿En qué América quieres vivir?
Los Republicanos hablaban con nostalgia de retroceder en el tiempo a una época mítica en la que América era “grande”. ¿Una época de supremacía blanca masculina? ¿Una época de dominio cristiano? Los Demócratas hablaban con esperanza de un futuro mejor, donde todos tengan la oportunidad de vivir una vida digna. ¿El pasado o el futuro? Tu elección.
El mayor contraste fue la diferencia en los delegados mismos. Los Republicanos eran, con ligeras variaciones, el partido de la gente blanca. Los Demócratas rebosaban diversidad étnica y racial.
¿Qué partido representa el pasado? ¿Cuál es el futuro?