But McTeer makes it clear that Kaos has its own unique twist on the genre. “I think what’s different about Kaos is that it’s not just about power struggles within a family, but it’s also about power struggles within the world of the gods,” she explains. “It’s about the way that power dynamics play out on a larger scale, and how that affects not just the gods themselves, but also the mortals who are caught in the crossfire.”
As for her own character, Hera, McTeer is thrilled to be playing such a complex and powerful woman on screen. “It’s rare to see a woman in her 60s being portrayed as the sexual power at the center of a show,” she says. “But I think it’s important to show that women of all ages can be strong, sexy, and powerful. It’s a message that I hope resonates with audiences of all ages.”
Overall, McTeer is excited for audiences to see Kaos and experience the unique world that the show has created. “It’s a wild ride, with plenty of twists and turns,” she says. “But at its core, it’s a story about power, family, and the ways in which we all navigate our own personal battles. I think viewers will be surprised by how much they relate to the characters, despite their divine origins.”
Pero también se une a ese programa en pensar de manera crítica y creativa sobre los multimillonarios; como si no fueran simplemente extrañas criaturas viviendo vidas lujosas en otra estrella, sino personas cuyas decisiones nos afectan a todos, lo cual puede ser un problema porque son sociópatas.
“Creo que parte del 1% realmente no le importa nadie más. No les importa cuánto les cuesta a las personas comunes mantener su vida. Mientras estén ganando mucho dinero, mientras obtengan lo que quieren y mantengan su estilo de vida, harán lo que sea necesario para proteger eso. Las personas no importan. En ese sentido, las personas son simplemente hormigas. Y así es como intenté pensar como Hera, son simplemente hormigas bajo tu dedo.”
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Tragedia épica… con John Macmillan en Phaedra en el National Theatre el año pasado. Fotografía: Johan Persson
Lo que un programa de Netflix puede hacer que una investigación a fondo sobre la mente de Elon Musk, por ejemplo, no puede, es mostrar esa insensibilidad, esa doble vida (donde, como lo describe McTeer: “Todavía quieres lo mejor para tus hijos; todavía disfrutas de lo que sea que disfrutes; estás matando a un montón de personas un minuto y diciendo ‘Quita los pies del sofá’ al siguiente”) de una manera deliciosa pero no anestesiante. Kaos es visualmente opulento, es verbalmente hábil, no lo estarás viendo por un sentido de deber. Pero es profundamente político de una manera bastante estimulante. “Nos divertimos con esto”, dice McTeer simplemente. “Es una generalización burda, por supuesto. Algunos del 1% son personas magníficas, pero definitivamente hay algunos que no lo son. Somos aquellos que no les importa un comino el resto.”
La última obra que McTeer hizo en el Reino Unido fue Phaedra el año pasado en el National (“Solo interpreto a diosas ahora”) y eso tenía su propio golpe alegórico, situando a su personaje eponimo en una élite metropolitana desconectada de la sociedad por su propio narcisismo. Los dioses antiguos están resultando muy útiles en estos tiempos conflictivos de desigualdad extrema y discordia global dirigida por la riqueza invisible.
“Por supuesto, es maravilloso ver a las personas mayores disfrutándolo”, dice con deber, “pero especialmente ver a estos jóvenes cada noche, descubriendo el teatro clásico, emocionados y emocionados y sorprendidos de comenzar en este drama doméstico y terminar en esta tragedia épica y masiva en tan poco tiempo.” A pesar de que Phaedra era un espectáculo grande y complicado con un escenario muy caro y todo eso, McTeers dice: “Voy a hacer lo imposible para intentar hacerlo en Nueva York de alguna manera.”
Excepto si dejara de actuar para una carrera diferente, sería psiquiatra, dice, su próximo sueño es: “Si pudiera escribirme otra serie de televisión, sería primera ministra.” Kaos le ha dado un gusto por su propia magnífica autoridad o por las series con un propósito. Quizás ambos.