¿Fatiga de las reuniones de Zoom? 6 consejos para combatirla

¿Cuáles Son Los Síntomas De La Fatiga Por Reuniones En Zoom?

En diciembre de 2019, 71.6 millones de personas usaban Zoom diariamente, un número que se elevó a 2.8 mil millones en octubre de 2020 debido a la pandemia de COVID-19. Los estudiantes que participaban en conferencias en línea y presenciales experimentaban mayores signos de fatiga, tristeza y somnolencia al usar herramientas de videoconferencia. Aquellos que aún disfrutan de horarios de trabajo remoto o flexibles pueden identificar fácilmente la fatiga por reuniones en Zoom. Por ejemplo, la fatiga visual, dolores de cabeza, dolores corporales, ansiedad y desvinculación son síntomas principales que los usuarios pueden estar enfrentando. Mirar una pantalla de cerca durante horas todos los días pone una gran carga en los ojos y el cerebro. Además, cuando una conversación no es interesante para alguien, es probable que pierdan fácilmente su enfoque y dejen de prestar atención. Sin embargo, todos pueden resolver este problema tan pronto como identifiquen las causas subyacentes. Vamos a explorar las razones detrás de esto, así como cómo superarlo.

4 Razones Detrás De La Fatiga Por Reuniones En Zoom

1. Problemas De Comunicación

En las reuniones presenciales, los colegas pueden comunicarse fácilmente utilizando señales no verbales e intercambios verbales. En las videoconferencias, los individuos tienen que esforzarse mucho más para transmitir los mismos mensajes. Por ejemplo, si quieren mostrar que están de acuerdo con el punto de alguien, necesitan asentir de manera exagerada o levantar el pulgar. A menudo, las voces múltiples pueden incluso enredarse, y nadie entiende lo que cada usuario dice. Además, pueden surgir otros problemas, incluyendo malas conexiones a Internet, micrófonos rotos y baja resolución de imagen. Todos estos aspectos contribuyen a experiencias de comunicación desagradables que prolongan la duración de las reuniones.

2. Síndrome Visual Informático

Permanecer frente a pantallas durante largos períodos puede llevar a un síndrome conocido como síndrome visual informático. Nuestros cerebros y ojos se sobreestimulan cuando ven muchas caras y pantallas diferentes al mismo tiempo. Por ejemplo, durante una llamada de Zoom, tenemos que mirar a todos los participantes y no solo a quien habla. Nuestros ojos saltan de ventana a ventana, incluida la nuestra, mirando las expresiones de todos. Además, dependiendo del tamaño de nuestra computadora o monitor, las caras a veces pueden parecer demasiado cerca de nuestros ojos. Automáticamente, nuestros cerebros interpretan tales interacciones como altamente intensas.

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3. Conflicto Entre La Vida Personal Y Laboral

En las funciones de oficina tradicionales, los profesionales solían salir del trabajo y regresar a casa para hacer llamadas telefónicas, videollamadas o ver una película. Sin embargo, las cosas han cambiado ahora, y muchos de nosotros hacemos todo desde casa. Usamos las mismas pantallas para trabajar, comunicarnos con nuestros seres queridos y entretenernos. Ni siquiera tenemos que salir de nuestras sillas o sofás para hacerlo. En otras palabras, no hay separación entre la vida profesional y personal. Esto significa que es más difícil disociarse de cualquier cosa relacionada con el trabajo y concentrarse en cosas divertidas, ya que nuestro hogar a menudo puede sentirse como nuestra oficina, incluso después del horario laboral.

4. Movilidad Limitada

Durante las reuniones presenciales, algunos de nosotros tendemos a ser más activos de lo que nos damos cuenta. Nos movemos inquietos, nos movemos en nuestras sillas, apartamos la mirada del orador e incluso garabateamos en nuestras libretas mientras seguimos prestando atención. Sin embargo, en las reuniones virtuales, los individuos están confinados al mismo lugar, incapaces de moverse ya que sus colegas pierden de vista. Permanecer en el mismo lugar durante mucho tiempo sin poder moverse disminuye las habilidades cognitivas de las personas, haciéndolas perder fácilmente el enfoque. Además, los usuarios sienten que si no miran la pantalla todo el tiempo, sus compañeros de trabajo podrían percibirlo como grosero o que han perdido interés en la conversación.

6 Soluciones Para Combatir La Fatiga Por Reuniones En Zoom

1. Descansos Frecuentes

Una solución para la fatiga por reuniones en Zoom es tomar descansos pequeños y frecuentes entre las reuniones. Por ejemplo, puedes implementar la técnica Pomodoro, donde cada reunión dura 25 minutos, seguida de descansos de 5 minutos. Durante estos descansos, puedes ponerte de pie y hacer algunos estiramientos de piernas y brazos o comer un bocadillo. Es esencial dejar tus dispositivos electrónicos durante estos descansos y hacer algo que fomente el movimiento corporal. Además, ten en cuenta que no tienes que estar sentado durante todas las reuniones. A veces, puedes estar de pie durante una videoconferencia o caminar y hablar durante una llamada telefónica de negocios.

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2. Reducción De La Exposición A La Luz Azul

Las computadoras y otros dispositivos electrónicos emiten luz azul que mantiene alerta nuestros ojos y, por lo tanto, causa fatiga. Afortunadamente, puedes comprar gafas de luz azul sin receta y usarlas diariamente. Estas protegen nuestros ojos de esta luz dañina y nos ayudan a enfocarnos en una pantalla durante mucho más tiempo. Además, algunas computadoras tienen una configuración que imita la iluminación exterior y emite luz amarilla en lugar de azul. Para lograrlo, sin embargo, debemos trabajar en un entorno bien iluminado. En lugar de trabajar en una habitación oscura con luz artificial, encuentra un lugar que reciba mucha luz natural. De esta manera, tus ojos recibirán mucha menos carga.

3. Reuniones Más Cortas

La mejor práctica para reducir la fatiga por reuniones en Zoom es reducir el número de reuniones virtuales y programar solo las necesarias. Sin embargo, si esto no siempre es posible, debes intentar reducir la duración de esas reuniones. Crea una agenda detallada de los puntos de discusión y compártela con todos los participantes. De esta manera, cada conferencia es útil y se discuten todos los puntos importantes sin causar retrasos. Además, debes priorizar las reuniones y verificar si existen formas alternativas de comunicación que puedan hacer el trabajo. Por ejemplo, un correo electrónico detallado o un mensaje personal pueden ser suficientes en algunos casos.

4. Apaga La Cámara

Las personas tienden a ponerse nerviosas cuando tienen que estar en la cámara, enfocándose mucho en sus expresiones y modales mientras otros hablan. Además, los profesionales suelen estar ansiosos por su fondo y tratan de encontrar el mejor lugar para que no se vean sus habitaciones desordenadas o que los niños y las mascotas estén fuera del encuadre. Por eso, puedes intentar apagar la cámara cuando sea posible y centrarte únicamente en la discusión. No tener que concentrarse constantemente en tu rostro y tu entorno aliviará tu ansiedad. Además, si tu espacio te molesta, puedes difuminar tu fondo con un filtro o instalar aplicaciones que cambien tu fondo por algo más profesional.

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5. Día Sin Llamadas

Para combatir eficazmente la fatiga por reuniones en Zoom, las organizaciones pueden designar uno o más días durante la semana en los que no se programen llamadas de Zoom. Podría ser cada lunes cuando la mayoría de los empleados tienen problemas para volver al trabajo. Los viernes también podrían funcionar como una forma de ayudar a todos a descomprimirse más fácilmente antes del fin de semana. Llevando las cosas un paso más allá, las empresas pueden pedir a los gerentes y empleados que programen sus reuniones de Zoom a lo largo de un lapso de 2 a 3 días cada semana. De esta manera, todos están libres para trabajar sin interrupciones y pueden prepararse mejor para las reuniones.

6. Técnicas De Atención Plena

Practicar la atención plena puede ayudar a todos a concentrarse de manera más eficiente durante sus reuniones en Zoom y combatir los sentimientos de ansiedad. Intenta escuchar activamente a tus colegas y resiste la tentación de seguir trabajando en tus tareas durante tu conversación. Hacer varias tareas solo te distraerá. Si sientes que tu enfoque se está perdiendo, toma algunas respiraciones profundas. Probablemente notarás que tu estrés ha disminuido y tu concentración ha aumentado. Por último, la meditación puede ser algo que te gustaría probar. Hacer algunas sesiones cada semana puede ayudarte a descomprimirte después de un día difícil y aliviar tu fatiga mental.

Conclusión

La fatiga por reuniones en Zoom a menudo se ve reforzada por la falta de intercambios en persona y el aumento en el aislamiento y la soledad. Por eso, los equipos deberían organizar eventos divertidos que ayuden a todos los miembros a relacionarse y crear relaciones que vayan más allá de su entorno profesional compartido. Trabajar desde casa puede ser beneficioso para muchos, pero también puede presentar múltiples desafíos. Asegúrate de cuidar bien tu salud mental y física y encontrar un equilibrio tecnológico.