El Senado Mexicano reanuda el debate sobre la reforma judicial después de que los manifestantes obligan a hacer una pausa.

Por Cassandra Garrison

CIUDAD DE MÉXICO (Reuters) – El Senado de México reanudó el debate sobre una polémica reforma judicial el martes por la noche en una ubicación alternativa después de que manifestantes irrumpieran en la cámara del Senado en plena sesión.

Los manifestantes ingresaron por la fuerza al edificio del Senado mientras se llevaba a cabo el debate, marcando una escalada de semanas de protestas generalizadas contra la reforma, que críticos temen pueda socavar el estado de derecho en el país.

El debate, que probablemente se extenderá hasta altas horas de la madrugada del miércoles, se reanudó a las 7 p.m. hora local (0100 GMT) después de ser trasladado al antiguo edificio del Senado, Xicotencatl.

Más temprano en el día, el presidente del Senado, José Gerardo Fernández, suspendió la sesión y pidió a los legisladores que mantuvieran la calma mientras los manifestantes inundaban el nivel superior de la cámara, coreando “traidores” en oposición a la reforma.

Los principales socios comerciales de México, Estados Unidos y Canadá, han advertido que los cambios podrían socavar el pacto comercial de los tres países, el T-MEC, e impactar negativamente en la inversión.

El eje de la reforma constitucional, propuesta por el presidente saliente Andrés Manuel López Obrador, prevé la elección por voto popular de más de 6,500 jueces y magistrados, incluido el Tribunal Supremo.

La reforma también propone reducir el número de magistrados de la Corte Suprema a nueve de 11, acortar sus mandatos a 12 años y reducir la experiencia laboral requerida de 10 a cinco años.

López Obrador y la presidenta electa Claudia Sheinbaum han defendido vigorosamente la reforma como esencial para hacer que los jueces sean responsables y reducir la corrupción.

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Los críticos la han atacado como un descarado aumento de poder por parte del partido gobernante Morena.

Mientras los senadores debatían la reforma, los legisladores de oposición acusaron al bloque gobernante de tácticas poco éticas para asegurar la mayoría de dos tercios necesaria.

Se espera que la votación sea reñida, con la coalición gobernante formalmente con un senador menos, aunque está creciendo la especulación de que el senador del PAN de la oposición, Miguel Ángel Yunes, podría favorecer la reforma.