Todos los maestros saben que, especialmente desde que comenzó la pandemia, los teléfonos celulares se han convertido en un problema creciente en el aula.
Así es como los he manejado en mi salón de clases durante el último año, y parece estar funcionando bastante bien:
En primer lugar, todo nuestro cuerpo docente acordó antes de que comenzara el año escolar pasado que todos aplicaríamos una política de no celulares en el aula, a menos que fuera autorizado por el maestro (para jugar un juego similar a Kahoot, para fines de traducción, para escuchar música si los estudiantes estaban trabajando de forma independiente, etc.).
En segundo lugar, hago un “trato” explícito con mis alumnos, que proyecto en la pantalla y al que hago referencia regularmente durante el año:
Mi parte de este “trato” es proporcionar lecciones interesantes, hacer mucho trabajo en grupos pequeños donde puedan elegir sus compañeros (o trabajar solos si lo prefieren), escribirles excelentes cartas de recomendación (o referencias para casos de inmigración en la corte), y permitirles poner mi número en solicitudes de trabajo, proporcionar comida (traigo fruta fresca varias veces a la semana) y, debido a la disposición física única de mi aula (tengo dos salones y mesas de picnic afuera), no tienen que estar atrapados en un salón pequeño cuando trabajan.
Su parte del trato es hacer su trabajo, tratarse mutuamente y a mí con respeto, y no ponerme en la posición de ser la “policía de los celulares”.
El propósito de este “trato” es asegurar que todos podamos centrarnos en aprender. Por eso, un anexo a ese trato es que yo también necesito concentrarme en enseñar, por lo que si los estudiantes me ven en mi celular, pueden preguntarme si está relacionado con la escuela (y prometo responder honestamente). Si lo estoy usando para asuntos personales, debo traerles a toda la clase un regalo de algún tipo al día siguiente.
Me aseguro de que un estudiante me “atrape” temprano en el año para llevar un regalo a una clase y todas mis otras clases puedan escuchar sobre ello.
También explico que si veo a un estudiante usando su teléfono, recibirán una advertencia. La segunda vez, les pediré que me lo entreguen, y espero que lo hagan de inmediato.
Este acuerdo ha servido bien a mis estudiantes y a mí.
¿Los estudiantes siguen usando teléfonos celulares? Por supuesto, tengo que dar un par de advertencias cada día en cada una de mis clases y pedirle a un estudiante que me entregue su teléfono aproximadamente una vez cada dos semanas.
Pero, en comparación con todos los demás problemas de manejo del aula que podrían estar ocurriendo, eso realmente no es nada, literalmente quita segundos de instrucción.
Sé que muchas escuelas utilizan fundas para celulares, y más poder para ellas. Tiendo a pensar que el proceso que utilizamos hace un mejor trabajo ayudando a los estudiantes a desarrollar un control a largo plazo sobre su tecnología personal, pero ¿quién sabe?
Estoy agregando esta información a Los mejores posts sobre el uso de teléfonos celulares por parte de los estudiantes en clase, por favor contribuyan más.
Aquí hay un video de TikTok que hice resumiendo gran parte de lo que está en esta publicación.
@larry.ferlazzo Manejo de teléfonos celulares en clase #maestro #maestrosdetiktok #esl ♬ original sound – larry.ferlazzo