Rosario Murillo dice que en Nicaragua aún quedan “almas llenas de miseria”

“Son puchos y desgraciadamente todavía tienen amarguras en el corazón. Miseria humana”, dijo Murillo

HOY

Rosario Murillo, dijo ayer  que en Nicaragua aún quedan “almas llenas de miseria”, en alusión a los que se manifiestan contra el Gobierno del presidente Daniel Ortega en el marco de una crisis sociopolítica que ha dejado cientos de muertos desde abril pasado.

“Todavía hay por allí ofuscados, esos puchos (pocos) amargados, ofuscados, almas llenas de miseria, desgraciadamente”, criticó Murillo, a través de medios oficiales.

Este domingo, la coincidencia de manifestaciones a favor y en contra del presidente Ortega dejó como resultado una persona herida en cada uno de los dos bandos.

“Son puchos y están llenos de miseria, esa miseria espiritual que no permite vencer el odio, esa miseria espiritual que no les permite crecer y ver más allá de sus propios pies”, continuó.

“Esa miseria espiritual que no les permite reconocer que el pueblo nicaragüense es valiente, es altivo, es luchador y con esa valentía, esa altivez, ese espíritu de lucha es que estamos defendiendo paz y trabajo para todas las familias nicaragüense”, agregó.

Murillo instó a los nicaragüenses a “crecer” y a ver “más allá de los intereses mezquinos de algunos que impusieron crímenes, un secuestro nacional en nuestro país”.

“Son puchos y desgraciadamente todavía tienen amarguras en el corazón. Miseria humana”, añadió.

No obstante, valoró que “toda Nicaragua se niega a ser tierra fértil para ese odio que quisieron ellos prender y extender en toda Nicaragua”.

En ese sentido, destacó que este fin de semana fue alegría en todo el país y que “vimos la gente paseando, recreándose, participando en tantas ferias, eventos culturales, deportivos que se realizaron porque queremos estar unidos en la alegría de vivir en paz”.

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Nicaragua atraviesa una crisis en la que organismos internacionales y no gubernamentales cuentan entre 322 y 448 muertos, la más sangrienta desde la década de los años de 1980, también con Ortega como presidente, quien cifra en 198 los fallecidos y denuncia un intento de golpe de Estado.

Las protestas contra Ortega y Murillo comenzaron el 18 de abril pasado por unas reformas de la seguridad social, que finalmente fueron retiradas, y se convirtieron en la exigencia de que renuncie el mandatario, después de 11 años en el poder, entre acusaciones de abuso y corrupción en su contra