Dan Rather siempre tiene una perspectiva sabia sobre la política nacional. Aquí advierte que Trump es más peligroso que nunca.
Dan Rather y su equipo en Steady escriben sobre la crisis que tenemos ante nuestros ojos.
Él escribe:
Necesitamos hablar más, no menos, sobre la amenaza que Donald Trump representa para nuestra democracia. El expresidente y su alumno, JD Vance, han estado tratando de convencer a los votantes, sin evidencia y con un nivel de hipocresía desconcertante, de que la violencia contra el expresidente fue causada por la retórica de los demócratas.
Trump ha trastornado el guion político, diciendo: “[Los demócratas] me están disparando con su retórica, cuando yo soy quien va a salvar al país”. Seguido de cerca por el comentario incendiario de JD Vance: “La gran diferencia entre conservadores y liberales es que nadie ha intentado matar a Kamala Harris en los últimos meses, y dos personas han intentado matar a Donald Trump en los últimos meses. Diría que eso es una evidencia bastante sólida. La izquierda necesita moderar la retórica. Necesita dejar de lado esta tontería.”
Y si crees eso, tengo un puente para venderte.
Entre los medios de comunicación y las campañas, la línea de “amenaza a la democracia” aparentemente se ha vuelto algo pasado de moda. Cuando estaba buscando la reelección, el presidente Joe Biden a menudo la usaba en un esfuerzo por diferenciarse. Desafortunadamente, esta idea aparentemente no se traduce bien en las encuestas. Aunque es cierto y aterrador, también es un poco abstracto y, para algunos, difícil de creer. Reducir el precio de la leche es concreto y plausible.
Por lo tanto, la campaña de Harris no ha estado hablando mucho sobre la democracia, en lugar de concentrarse en políticas tangibles para ayudar a la clase media. Si bien esto tiene sentido políticamente, y espero que funcione, estoy aquí para decir que no podemos perder de vista el hecho de que una segunda presidencia de Trump amenazaría nuestra forma de gobierno y nuestra forma de vida.
El mandato de Trump como presidente fue solo un preludio de lo que podemos esperar la segunda vez. En caso de que alguien haya olvidado, aquí hay una lista parcial de cómo ha puesto en peligro la democracia:
– Intentó anular una elección libre y justa, varias veces y de varias maneras.
– Intentó bloquear la transferencia pacífica del poder incitando a una multitud a atacar el Capitolio de los Estados Unidos.
– Socavó la independencia del Departamento de Justicia, mientras afirmaba que nuestro sistema legal estaba amañado.
– Estropeó la respuesta del gobierno federal a la pandemia, lo que resultó en una gran pérdida de vidas, porque no cree en verdades incómodas.
– Se acercó a dictadores y autócratas, incluso pidiendo a uno que investigara una acusación infundada contra su rival político.
– Seleccionó jueces de la Corte Suprema que limitaron los derechos reproductivos, al punto de que a las mujeres se les está negando atención y muriendo.
– Mintió. Todo el tiempo. El líder del mundo libre debe ser creíble.
– Está sembrando dudas de que las elecciones de 2024 serán legítimas.
Todo indica que un segundo viaje de Trump a la Casa Blanca sería aún más perjudicial que el primero.
Esta vez está más enojado y sediento de venganza. Ha dicho que utilizará el Departamento de Justicia como arma contra sus enemigos. Punto final.
Sus leales secuaces han tenido más tiempo para planificar. Sabemos que están seleccionando y entrenando una legión de aduladores para reemplazar a los burócratas de carrera en todo el poder ejecutivo. Las protecciones que teníamos la última vez, denunciantes y “adultos en la habitación”, habrán desaparecido.
Después de nueve años de Trump en la cúspide del Partido Republicano, su alcance de culto ha creado un ejército de funcionarios electos de MAGA a nivel estatal y local que están más que dispuestos a hacer su voluntad, incluso si es ilegal.
Está más crédulo que nunca, queriendo, necesitando creer en su propia propaganda. Creer en su propia fanfarronería ha tenido consecuencias peligrosas. Véase: 6 de enero de 2021. Pasa su tiempo buscando en las redes sociales confirmación de su exagerada autoimportancia. Se rodea de acólitos que se desviven por demostrarle su fidelidad. Nadie le dirá la verdad, por miedo a represalias. Es una versión moderna de la fábula infantil “El traje nuevo del emperador”, solo que esta historia de terror se titularía “La asombrosa grandeza del político”.
El golpe de gracia es que Trump tiene carta blanca para hacer lo que quiera. Esa aterradora realidad es traída a ustedes por nada menos que la Corte Suprema con su fallo en Trump contra Estados Unidos. En una carta al Comité Judicial del Senado tras esa decisión, representantes de 75 organizaciones legales dijeron que “supone una amenaza significativa para nuestra democracia al proporcionar efectivamente al presidente una inmunidad legal amplia para actos criminales”.
Tendemos a conmemorar fechas significativas en la historia de nuestra nación. En mi vida, hubo Pearl Harbor, el 7 de diciembre de 1941. Más recientemente, el 11 de septiembre de 2001 y el 6 de enero de 2021 han quedado grabados en nuestra psique. Pero yo argumentaría que el 5 de noviembre de 2024 podría ser igual o incluso más significativo. Pondrá a prueba la fortaleza de la infraestructura democrática de nuestro país. Esa infraestructura y el votante estadounidense pueden salvar la democracia enviando a Kamala Harris a la Oficina Oval.