Heather Cox Richardson resume las mentiras del día anterior de Trump y su campaña. Su mentira más reciente y descarada es que la administración de Biden declaró en bancarrota a FEMA al entregar todo su financiamiento para cubrir las necesidades de los inmigrantes ilegales. Anteriormente, dijo que Biden no estaba ayudando a Georgia porque es un estado rojo; el gobernador Brian Kemp corrigió a Trump y dijo que Biden le dio todo lo que le pidió (Trump estaba pensando en sus propias acciones cuando retuvo fondos federales de emergencia de California porque iban para Biden). Trump está obsesionado con los inmigrantes. Los desprecia (dijo que están “envenenando la sangre de nuestro país”). Anunció que después de ser elegido, eliminará el estatus protegido de los haitianos en Springfield, Ohio, y los enviará de vuelta a Haití.
Ella escribió:
Los republicanos MAGA ahora están mintiendo sobre la respuesta federal al huracán Helene de manera similar a como mintieron sobre los migrantes haitianos trayendo caos y enfermedades a Springfield, Ohio. Ambos esfuerzos de desinformación son mentiras flagrantes y están diseñados para demonizar a los inmigrantes. La inmigración fue el tema en el que Trump estaba tan ansioso por postularse que exigió que los legisladores republicanos rechazaran el sólido proyecto de ley fronterizo que un grupo bipartidista de legisladores había elaborado.
La respuesta federal al huracán Helene ha recibido elogios bipartidistas, con el gobernador republicano Henry McMaster de Carolina del Sur agradeciendo a Biden por su respuesta “excelente”.
Pero el domingo 29 de septiembre, dos días después de que el huracán golpeara, la organización de extrema derecha creada por el leal a Trump y antiinmigrante Stephen Miller publicó: “Billones para Ucrania. Billones para inmigrantes ilegales. ¿Y qué para los estadounidenses? ¡Reprogramar cada dólar que FEMA ha dedicado para apoyar a inmigrantes ilegales para que vaya hacia los estadounidenses que enfrentan una devastación sin precedentes!”
Ayer, en Saginaw, Michigan, Trump repitió las palabras de Miller, afirmando que la administración de Biden está arruinando la respuesta al huracán porque ha gastado todo el dinero asignado para la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) en “inmigrantes ilegales”. “Gastaron todo en migrantes ilegales… Se robaron el dinero de FEMA como si lo hubieran robado de un banco, para dárselo a sus inmigrantes ilegales a los que quieren hacer votar por ellos”, dijo. Hoy, afirmó que “se robaron mil millones de dólares de FEMA para usarlo en migrantes ilegales, muchos de los cuales son criminales, para entrar en nuestro país”.
Temprano esta mañana, el propietario de X, Elon Musk, publicó a sus más de 200 millones de seguidores: “¡Sí, están literalmente usando TUS impuestos para importar votantes y privarte de tus derechos! Está sucediendo justo delante de tus ojos. Y FEMA agotó su presupuesto transportando ilegales al país en lugar de salvar vidas estadounidenses. Traición.” El miércoles, Dana Mattioli, Joe Palazzolo y Khadeeja Safdar del Wall Street Journal revelaron que Musk ha estado financiando grupos vinculados a Miller desde 2022.
Pero, por supuesto, NO está sucediendo frente a los ojos de nadie.
El miércoles, Alejandro Mayorkas, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional en el que está ubicada FEMA, dijo a los reporteros que el fondo de ayuda en caso de desastres de FEMA está adecuadamente financiado para las necesidades actuales. Pero advirtió: “Los eventos climáticos extremos están aumentando en frecuencia y severidad”, y aún no hemos salido de la temporada de huracanes. Si ocurre otra emergencia, el fondo de ayuda en caso de desastres de FEMA se verá muy exigido.
El Congreso también asignó dinero para un fondo diferente, el Programa de Refugio y Servicios (SSP), que es parte de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza pero es administrado por FEMA. Establecido bajo la administración de Trump en 2019, el SSP otorga subvenciones a estados y gobiernos locales para proporcionar refugio, comida y transporte a inmigrantes indocumentados. Después de la acusación de Trump, el Departamento de Seguridad Nacional dijo en un comunicado: “Estas afirmaciones son completamente falsas. Como dijo el secretario Mayorkas, FEMA tiene los recursos necesarios para satisfacer las necesidades inmediatas asociadas con el huracán Helene y otros desastres. El Programa de Refugio y Servicios (SSP) es un programa de subvenciones completamente separado, autorizado y financiado por el Congreso y no está asociado de ninguna manera con las autoridades o corrientes de financiamiento relacionadas con desastres de FEMA”.
Glenn Kessler del Washington Post no dejó la historia ahí. “Trump tiene la costumbre de asumir que otros políticos actúan de la misma manera que él lo haría”, escribió Kessler. Así que investigó por qué Trump acusaría a Biden “de saquear el fondo de desastres de FEMA para manejar a migrantes indocumentados. Resulta que es porque él hizo esto”.
En medio de la temporada de huracanes en 2019, explica Kessler, Trump tomó 155 millones de dólares del fondo de desastres de FEMA y lo redirigió para pagar el espacio de detención y las ubicaciones temporales de audiencias para los inmigrantes que buscan asilo. “No, Biden no tomó dinero de ayuda de FEMA para usar en migrantes, pero Trump sí lo hizo”, dice el título del artículo.
Al igual que en Springfield, un grupo bipartidista de legisladores está rogando a los MAGAs que detengan la desinformación, que está impidiendo que las personas accedan a la ayuda que necesitan y obstaculiza los esfuerzos de socorro mientras los trabajadores y los gobiernos locales y estatales, así como FEMA, tienen que perder tiempo combatiendo mentiras. Los estafadores y extremistas políticos están empeorando las cosas al difundir imágenes generadas por inteligencia artificial y afirmar que el gobierno federal está ignorando a las personas y emergencias que las imágenes representan.
Los republicanos MAGA lanzaron otra importante campaña de desinformación hoy cuando la Oficina de Estadísticas Laborales publicó otro informe de empleo excepcional. Mostró que el país sumó alrededor de 254,000 empleos en septiembre, mucho más de los 140,000 empleos que los economistas esperaban. También revisó al alza los números de empleo de julio y agosto. La tasa de desempleo bajó del 4.2% en agosto al 4.1%, y los salarios han superado la inflación.
Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics, escribió que el informe de empleo “cimenta mi opinión de que la economía está en su mejor momento. La economía está creando muchos empleos en muchas industrias, consistente con un crecimiento laboral robusto y, por lo tanto, un desempleo bajo y estable. La economía está en pleno empleo, ni más ni menos. El crecimiento salarial es sólido y, dadas las grandes ganancias de productividad, es consistente con una inflación baja y estable. No se podría pintar un cuadro más hermoso del mercado laboral y la economía en general.”
Sin embargo, los republicanos MAGA niegan que la economía esté fuerte. El senador Marco Rubio (R-FL) calificó abiertamente el informe de empleo como falso. Y cuando un reportero le preguntó a Trump: “Los empleos están aumentando, el mercado de valores alcanzó ese máximo histórico. ¿Reconoce que la economía está mejorando?”, él respondió: “No, no lo está.”
Pero, aparentemente molesto, esta tarde Trump publicó en su sitio de redes sociales lo que parecía ser un anuncio. Después de un emoji de una luz roja intermitente, un titular decía: “Nuevo: Jamie Dimon, el CEO de JPMorgan Chase, ha respaldado a Trump para presidente”. Un representante de Dimon negó instantáneamente tal respaldo, diciendo que es falso. Según un portavoz de JP Morgan, Dimon no ha contribuido dinero ni ha respaldado a Trump, ni a nadie más, en la carrera presidencial de 2024. Pero Trump no ha eliminado la publicación.
Hugo Lowell de The Guardian señala que Trump ha admirado a Dimon durante mucho tiempo y probablemente ansía su apoyo. Trump no ha podido atraer grandes respaldos, mientras que celebridades lanzan su influencia detrás de Harris y el gobernador de Minnesota, Tim Walz, casi a diario. Ayer, el músico Bruce Springsteen respaldó a Harris. Hoy, el empresario y ex jugador de baloncesto de los Los Angeles Lakers, Earvin “Magic” Johnson Jr., la respaldó.
La manguera de mentiras está diseñada para hacer imposible que los votantes descubran la verdad. La técnica está diseñada para que eventualmente los votantes renuncien a intentar participar, concluyan que todos están mintiendo, levanten las manos y dejen de votar. Mantener los hechos combate los efectos de la tormenta de mentiras.
Finalmente, esta noche, la cuenta de X del equipo de Trump y el Comité Nacional Republicano, ahora dirigido por la familia Trump y leales, mostró un clip de Biden ingresando inesperadamente a la sala de prensa de la Casa Blanca hoy, bromeando con los reporteros y diciendo: “Bienvenidos a la piscina”. Refiriéndose a “Biden (o lo que queda de él)”, la publicación sugirió que su referencia a la “piscina” era un signo de incapacidad mental.
De hecho, la sala de prensa originalmente era una piscina. El presidente Franklin Delano Roosevelt agregó la piscina a la Casa Blanca en 1933 después de descubrir que nadar le ayudaba a mantenerse en forma después de su lucha contra la polio en 1921. Los presidentes Harry Truman, John F. Kennedy (quien tenía un mural de Bernard Lamotte instalado a su alrededor) y Lyndon B. Johnson usaban la piscina con frecuencia. Richard Nixon no lo hizo. En 1970, Nixon cubrió la piscina y convirtió el espacio en la Sala de Prensa de la Casa Blanca.
Nixon ordenó el cambio de tal manera que pudiera deshacerse fácilmente en caso de que recibiera críticas por tapar la piscina de FDR, pero su sucesor, Gerald Ford, quien era un ávido nadador, en gran medida puso fin a la conversación cuando añadió una nueva piscina al aire libre al complejo de la Casa Blanca en 1975.
La referencia de Biden a la sala de prensa como una piscina fue una broma histórica en lugar de un signo de incapacidad mental. Esta mentira merece la misma atención que las otras mentiras del día, aunque, como observó con precisión Glenn Kessler, el patrón común de Trump es la proyección.