(Bloomberg) — La crisis que envuelve a Boeing Co. tomó un giro dramático después de que las negociaciones para resolver una huelga de casi un mes colapsaran y S&P Global Ratings advirtiera que podría rebajar la calificación crediticia del fabricante de aviones a chatarra.
La empresa en aprietos y la Asociación Internacional de Trabajadores de la Industria Aeronáutica y Aeroespacial se culparon mutuamente por el estancamiento. Boeing dijo que el sindicato hizo “demandas no negociables”, mientras que la IAM dijo que la empresa estaba “empeñada en mantener la oferta no negociada”.
El estancamiento deja a Boeing sin un camino claro para superar la paralizante huelga, que ha cerrado la producción en su principal base de fabricación comercial en la costa oeste de Estados Unidos. Incluso antes de que se rompieran las conversaciones, S&P destacó la urgencia de llegar a una resolución al señalar una quema de efectivo estimada en $10 mil millones este año que probablemente requerirá financiamiento adicional para cubrir las necesidades de efectivo diarias y los vencimientos de deuda.
“Desafortunadamente, el sindicato no consideró seriamente nuestras propuestas”, dijo Stephanie Pope, quien dirige la unidad de aviones comerciales de Boeing, en un memo compartido por la empresa. “En cambio, el sindicato hizo demandas no negociables que superan con creces lo que se puede aceptar si queremos seguir siendo competitivos como negocio”.
Las acciones de Boeing cayeron un 1.5% en la negociación previa al mercado de EE. UU. el miércoles. Las acciones han caído un 41% este año, perdiendo más de $60 mil millones en valor de mercado a medida que la empresa ha pasado de crisis en crisis.
La propuesta de contrato de Boeing, ahora retirada, hecha hace dos semanas en un enfoque directo a los trabajadores, ofrecía aumentar los salarios un 30% y mejorar los beneficios de jubilación.
Boeing y los líderes del Distrito 751 de la IAM han estado en un punto muerto sobre salarios y pensiones desde que los 33,000 miembros del sindicato se fueron de huelga poco después de la medianoche del 13 de septiembre. La primera gran huelga de la empresa en 16 años ha tenido un costo en sus finanzas, costándole a Boeing $100 millones al día en ingresos perdidos según las estimaciones de TD Cowen.
Con el efectivo disminuyendo rápidamente mientras su carga de deuda aumenta, Boeing está considerando vender al menos $10 mil millones en nuevas acciones una vez que conozca el alcance total del daño financiero causado por la paralización del trabajo, dijeron personas familiarizadas con la consideración la semana pasada.
Boeing ha dicho que preservar su calificación crediticia de grado de inversión es un objetivo importante. Las empresas con calificaciones de chatarra generalmente enfrentan costos de endeudamiento más altos que sus contrapartes con calificaciones de grado de inversión. Boeing tiene $4 mil millones de deuda venciendo en 2025 y también $8 mil millones venciendo en 2026, según Moody’s Ratings, que dijo el mes pasado que está considerando rebajar a Boeing a chatarra.
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La empresa ha iniciado un programa de ahorro que incluye licencias para trabajadores, congelación de salarios y prohibiciones de viaje. Pope dijo en su memo que “no tomamos a la ligera estos impactos mientras tomamos medidas y consideramos los próximos pasos”.
Las dos partes recién retomaron las negociaciones supervisadas por un mediador esta semana después de dos semanas de estancamiento. A lo largo de la huelga en las últimas semanas, ambas partes cometieron errores que enfurecieron a los miembros de base y complicaron los esfuerzos para resolver las diferencias.
El liderazgo del sindicato local de la IAM respaldó la oferta inicial de la empresa de un aumento salarial del 25% en cuatro años, muy por debajo de lo que muchos miembros esperaban como compensación por los repetidos aumentos salariales anuales por debajo de la inflación. La oferta también eliminaba un bono anual. Los miembros de la IAM rechazaron abrumadoramente la oferta y votaron a favor de la huelga.
Más tarde, Boeing subestimó la determinación del sindicato, pasando por alto a los líderes para presentar una oferta directamente a los trabajadores a través de los medios de comunicación con un ultimátum para que la aprobaran en días. Los términos incluían un aumento salarial del 30% en cuatro años, restableciendo el bono y aumentando la contribución de la empresa a los planes de jubilación 401K de los trabajadores.
La maniobra fracasó al solidificar el apoyo a los líderes locales del trabajo y alentar a los miembros a mantener su demanda de más salario y mejores beneficios de jubilación.
En un comunicado después de que las últimas conversaciones colapsaran, la IAM dijo que Boeing se negó a proponer más aumentos salariales o restablecer la pensión de beneficio definido.
“Al negarse a negociar la oferta, la empresa dificultó llegar a un acuerdo”, dijo el sindicato. “Su comité negociador intentó abordar múltiples prioridades que podrían haber llevado a una oferta que pudiéramos llevar a votación, pero la empresa no estuvo dispuesta a moverse en nuestra dirección”.
–Con ayuda de Olivia Raimonde.
(Actualiza con la negociación previa al mercado de EE. UU. en el quinto párrafo)
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